Francisca Palma Schiller - La Estrella de Valparaíso.

Por cuarto día consecutivo, el juicio en contra de los imputados Johanna Hernández y Francisco Silva, por el homicidio del profesor Nibaldo Villegas, siguió su curso ante los magistrados, abogados y familiares.

El detallado y revelador informe sobre las diligencias realizadas por la Brigada de Homicidio de la Policía de Investigaciones, entregado por el subcomisario Gabriel Alarcón durante el miércoles, fue retomado ayer en las primeras horas de la mañana.

Por segunda vez, el funcionario de la PDI reveló nuevas pericias investigativas que ayudan a comprender la línea de tiempo del asesinato y posterior descuartizamiento del profesor Nibaldo Villegas.

El más revelador de ellos fue cuando el detective confirmó que el malogrado docente no fue desmembrado al interior de su domicilio, sino que, por el contrario, el hecho ocurrió al exterior. El nuevo dato dejó en evidencia la poca veracidad que tendrían las versiones entregadas por Johanna Hernández y Francisco Silva al principio de esta semana.

El hecho se confirmó a través de la pericia realizada por la BH, bajo el uso de un spray reactivo llamado "Blue Star", que logra identificar vestigios de sangre en los sitios del suceso.

"El 22 de agosto el equipo investigativo se trasladó al domicilio de la víctima, en donde peritos químicos y bioquímicos hicieron un análisis del sitio del suceso. Los peritos oscurecieron por completo el domicilio y en especial el dormitorio de Nibaldo, con la finalidad de utilizar un producto químico que busca esparcir reactivos en el piso, paredes y ropa de cama para revelar evidencia biológica o hematológica", aseguró el subcomisario Alarcón.

De esta manera, aquel reactivo, que debiera generar un destello fluorescente brillante al detectar sangre, no tuvo ninguna reacción en el lugar, argumentó el subcomisario.

"Esta situación planteada en la declaración, de haber ejecutado la acción violenta dentro del domicilio y que esto no haya generado una contaminación importante, es difícil, lo que nos hace inferir razonablemente que la acción de reducir el cuerpo se efectuó en el exterior del domicilio", recalcó el oficial de la PDI.

Por otro lado, declaró que el uso de "Blue Star" tuvo una única prueba.

"La única evidencia que recopilamos fue una mancha rojiza de un volumen mínimo al levantar el colchón del profesor. Un trozo del colchón se sometió a peritaje y la sangre era concordante a la víctima", afirma Alarcón.

Fogata

Otro de los hechos reveladores fue lo que ocurrió con el cráneo de Nibaldo Villegas. Pequeños fragmentos óseos fueron encontrados al interior de una fogata en el sector de Las Docas en Laguna Verde, logrando comprobar que correspondían a la víctima.

"Se encontraron los restos de una fogata apagada. Revisamos y encontramos una serie de evidencias. En ella había un manojo de llaves, un equipo electrónico, marcos de lentes y fragmentos óseos planos en volúmenes pequeños, que correspondían a huesos humanos", declaró el subcomisario.

Tensión

La revelación de una nota escrita en el celular de Francisco Silva, en la cual supuestamente Johanna Hernández le pide al profesor Nibaldo Villegas que no la busque más, dejó en claro, según la PDI, la intención que tenían ambos acusados de asesinar a Nibaldo a través de la simulación de un suicidio.

Ayer el fiscal José Miguel Subiabre presentó el celular de Silva, marca Huawei, con el objetivo de demostrar de forma física la nota. El hecho provocó tensión al interior de la sala, ya que rápidamente Francisco se mostró incómodo y se acercó al oído de su abogado defensor para impedir el hecho.

De esta forma, el abogado defensor Carlos Oliva objetó ante la magistrada, generando, finalmente, la aceptación de su solicitud, ya que, tal como argumentó la defensa de Silva, la información ya había quedado clara el día miércoles.

Armada

Una vez finalizada la declaración del subcomisario Gabriel Alarcón, fue el turno de la Armada de Chile. La teniente Nicole González Torres ingresó a la sala para exponer su incidencia en el caso.

La funcionaria de la Armada se encontraba de servicio en la Capitanía de Puerto de Valparaíso el día 15 de agosto, cuando recibió una llamada alertando el descubrimiento de un cuerpo flotando en medio del mar.

"Se recibió un llamado en donde un patrón de una navegación informa de un torso flotando en el sector del Dique. Zarpamos con una unidad marítima, solicitando el apoyo al Bote Salvavidas para la búsqueda. A las 18.30 horas se encuentra un torso, semi sumergido, de sexo masculino", explica la oficial González.

Posterior a esto, la Armada envolvió los restos en una bolsa para poder sacar el cuerpo desde el mar y trasladarlo hasta el patio del Bote Salvavidas, donde se le dio aviso del hecho al fiscal de turno, José Miguel Subiabre.

Otro de los aspectos determinantes para el caso, fue cuando la teniente mencionó el levantamiento de información meteorológica que realizó la Armada. En él se determinó una serie de datos relacionados a las corrientes del sector, además de las marejadas y vientos que hubo durante los días 14 y 15 de agosto.

"Se determina un aviso especial de marejadas sur-este que afectó al litoral central desde el día viernes 10 al 16 de agosto. La intensidad del viento no es considerable, ya que sólo fue de 3 a 9 nudos", mencionó.

Finalmente, la información recopilada aseveró que el cuerpo provenía efectivamente desde el sur.

"Esto podría significar su venida (del cuerpo) desde la playa Rubén Darío hacia el norte, como lo es la Caleta El Membrillo y también podría ser una posibilidad Laguna Verde", explicó la profesional de la Armada.

Incondicionales

Una vez más, la familia Villegas se hizo presente. A las afueras del Tribunal de Viña del Mar dieron a conocer su conformidad ante las pericias profesionales.

"El subcomisario es un profesional 100%. Demostraron cosas técnicas, confirmadas científicamente. Fue muy concreto y preciso", aseveró Vilma Villegas, hermana de Nibaldo.

Además, aseguraron que seguirán asistiendo a cada una de las audiencias.

Para hoy se esperan las declaraciones de los dos pescadores que se toparon con los imputados en la playa Las Docas el día del crimen.