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Crece la desesperación en la familia de los niños atrapados por la guerra

"Patricio siente que le falló a los niños", dice su hermana desde Villa Alemana.
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Carla Olivares Rojas

Un mes ha pasado desde que el villalemanino Patricio González Galvez se instaló en la ciudad de Erbil, en Irak, para rescatar a sus siete nietos que están en un campamento de refugiados en Siria.

Han sido 30 largos días en lo que el músico ha hecho todo lo que está a su alcance para sacar a los niños del campamento de refugiados de Al Hol, en el noreste de Siria, pero todos sus esfuerzos, hasta ahora, han sido en vano.

Desde Villa Alemana, el ánimo de la familia comienza a decaer. Sienten que el tiempo se les acaba y no hay resultados positivos, generándoles una agonía permanente.

Siente que falló

Cenit González es hermana de Patricio y desde su casa en la calle San Jorge de Peñablanca se pasa el día entre el computador, el tablet y el celular. Gestiona, habla con su hermano y espera tener noticias positivas pronto. "¡Me acuesto con esto!", dice señalando un tablet blanco.

"Patricio está triste, desesperado, él siente que le falló a los niños porque cuando los fue a ver les dio la esperanza de que los iba a rescatar. El más grande de los niños le dijo 'abuelo sácanos de aquí, sácanos de aquí'. Pasan hambre, frío y él les dijo que a eso fue, pero se está demorando tanto todo que se siente terrible", relata la mujer en medio del llanto.

A los días de poder cruzar al lado Sirio logró dar con el paradero de los niños, pero desde entonces no los ha vuelto a ver. No se puede quedar con ellos, pero tampoco se los puede llevar, basta solo una carta para sacarlos de ese lugar.

"Él no ha vuelto a verlos, no ha ido al refugio y él me dice que no quiere darles una falsa esperanza. Es una situación muy contradictoria, él me dice que está desesperado, que no sabe qué hacer, que no sabe a quién recurrir. El gobierno sueco (los 4 niños mayores son de esa nacionalidad) no tienen lo principal que es querer ayudar. Yo le dije que tal vez era bueno ir al campamento a ver a los niños, pero él le dio muchas esperanzas de que iban a salir de ahí y no quiere volver para dejarlos nuevamente en ese lugar en que no se alimentan bien, no tienen zapatos, están solitos, pasan frío... es terrible esta agonía", sostuvo Cenit González.

No saldrá de Irak

Patricio González sigue en Irak, no ha vuelto a Suecia a ver a sus dos hijos adolescentes que están en ese país y asegura que no volverá mientras no rescate a sus nietos.

"Patricio ha dicho que no saldrá de Irak hasta que no le entreguen a los niños y eso no sabe cuándo será, él tiene a sus otros dos hijos en Suecia y entre sus amigos se han preocupado de ellos, pero tal vez voy a tener que viajar yo a verlos. Está preocupado por los dos lados, tiene un desgaste emocional, sicológico y económico. Él no ha podido trabajar, pero tiene ayuda de sus amigos que han hecho colectas para mandarle dinero, él está hospedado en un hotel que hay que pagar, tiene que comer, pero lo más frustrante es la incertidumbre", señaló Cenit González.

La familia espera que junto con las autoridades suecas, las chilenas se muevan para poder rescatar con vida a Ibrahim, Yonus, Maryam, Sarah, Safiyyah, Aisha y Mohammed Skarmo González para trasladarlos con urgencia a un hospital.

Niños huérfanos

Amanda González y Michael Skarmo se trasladaron el año 2014 a vivir a Siria desde Suecia. Salieron a unas supuestas vacaciones en Turquía junto a sus cuatro hijos y nunca más volvieron. Ella se había convertido al Islam y la casaron con el joven de ascendencia noruega.

En Siria, se alistaron en el Estado Islámico y ella tuvo a otros tres hijos más, pero todo se acabó para esta familia en enero pasado cuando Amanda murió tras un ataque aéreo. Michael huyó con sus hijos y a principios de marzo pasado falleció baleado.

Nunca quisieron dejar de pertenecer al Isis, y Michael una vez que quedó viudo nunca quiso entregar a sus hijos. Patricio se trasladó a Irak y tras varios días de trámites y solicitudes de permisos pudo ingresar a Siria y al campamento donde encontró a sus nietos luego de varios días de búsqueda.

Hoy siguen como el primer día, a la espera de que se ordene la salida de los niños desde Siria para que sean recibidos por su desesperado abuelo en Irak. Mientras eso pasa, la familia de Villa Alemana reza, gestiona y clama desesperadamente por atención para que el caso no se olvide en los medios de comunicación y mucho menos en las autoridades.

30 días han pasado , desde que Patricio González se instaló en Irak para rescatar a sus nietos.