Cientos de motoqueros se reunieron para despedir a Diego
El joven murió atropellado por un conductor ebrio cuando miraba los piques clandestinos en Quilpué.
Un emotivo adiós tuvo ayer Diego Gajardo Soto, el joven de 21 años que murió la noche del domingo de un traumatismo craneano severo cuando un conductor, en estado de ebriedad, lo atropelló mientras se encontraba en el sector del Tranque Recreo presenciando una carrera clandestina.
Fue a eso del mediodía cuando los motoqueros llegaron hasta el frontis de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús en el sector de Valencia, en la comuna de Quilpué, repletando la avenida Los Carrera y haciendo rugir sus motores.
A eso de las 12.30 horas salió el cortejo fúnebre desde la iglesia escoltado por carabineros, seguido por la familia y los cientos de motoqueros que rugían sus motores y tocaban las bocinas en señal de duelo para ir a dejar los restos del joven estudiante de ingeniería mecánica al cementerio Parque del Sendero de la Ciudad del Sol.
En prisión preventiva
La mañana del martes se llevó a cabo la formalización de Cristian Andrés Oróstica Muñoz, de 27 años, responsable del accidente y quien conducía su automóvil con 2.08 gramos de alcohol en la sangre.
En la audiencia se decretó la prisión preventiva para el profesor de Educación Física limachino por los 3 meses que dure la investigación por los delitos de conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte y por conducir con licencia suspendida por el Juzgado de Limache -tenía antecedentes previos por manejar ebrio-, además por infringir el artículo 195 de la ley de tránsito al darse a la fuga y no prestar ayuda.
Familia devastada
Diego era el menor de dos hermanos y su familia quedó deshecha con esta irreparable e irresponsable pérdida. Era un joven trabajador, responsable y tremendamente querido.
"Nada me va a devolver a mi hijo, el dolor que tengo... lo único que quiero es que este desgraciado pague con cárcel, pero no con una cárcel con puerta giratoria porque este desgraciado le quitó la vida a un ser hermoso, mi hijo era hermoso por dentro y por fuera. Nos arruinó la vida a todos, arruinó a una familia completa", dijo Luis Gajardo, su sentido padre a la salida del tribunal tras la audiencia de control de detención.
La familia asegura que el joven estaba pasando por un buen momento en lo personal, estaba bien en sus estudios y cinco días antes del atropello había cumplido el sueño de comprarse su moto.
"Había cumplido su sueño, pero yo le tenía temor a las motos. Hace años perdí a mi cuñado por un accidente en moto y cuando Dieguito me dijo que se iba a comprar una moto yo traté de que no lo hiciera, pero más no pude hacer, era mayor de edad y trabajó para eso. Siempre fue responsable al conducir, era muy sano y siempre se preocupaba de llamarme cuando llegaba porque sabía que yo me preocupaba", relató su padre.
Por su parte, su hermana Catherine sostuvo entre sollozos que "era un niño demasiado feliz y este desgraciado le arrebató todo y nos arrebató un pedazo de nuestra vida. Como familia, ¿cómo vamos a vivir después de esto?".
2.08 gramos de alcohol, en la sangre tenía el conductor que atropelló al estudiante.