El tenista Cristian Garín se consagró campeón del ATP 250 de Múnich, en Alemania, tras superar al italiano Matteo Berrettini (37°) por 6-1, 3-6 y 7-6 (1).

La primera raqueta nacional firmó una gran semana en suelo germano, jugando el mejor tenis en lo que va de su carrera. En el camino a la corona, incluso, el 'Tanque' dejó en el camino nada menos que al tres del mundo y principal sembrado del certamen, el local Alexander Zverev, quien se había consagrado allí en 2017 y 2018.

En la definición, el primer set transcurrió su curso normal hasta el tercer game, donde Garín se quedó con su servicio para tomar ventaja de 2-1. Tras ello, el iquiqueño instaló un monólogo en la pista y ganó cuatro juegos consecutivos, con dos breaks a su haber, para cerrar con comodidad el capítulo inicial.

En el segundo episodio, el peninsular afirmó sus golpes y el servicio, esto último su gran dolor de cabeza en el primer set. El italiano volvió al partido y gracias a un quiebre en el octavo game se colocó 5-3. Posteriormente, Berrettini sacó adelante sin problemas su servicio y estiró la definición a la tercera manga.

El triunfo

En la hora de la verdad, el juego se tornó parejo y la primera incidencia importante llegaría en el octavo juego. Allí, Garín rompió el servicio del italiano y se encaminaba a la victoria. Sin embargo, el europeo devolvió la gentileza de inmediato y tras cartón el campeón se dilucidaría en el desempate.

En el tiebreak, el número uno de Chile no tuvo oposición para quedarse sin inconvenientes con el triunfo y con su segundo título ATP en su carrera, tras el conseguido a mediados de abril en el 250 de Houston, en Estados Unidos.

Ahora, el 'Tanque' se colocará en la casilla 33 del ránking ATP.

Un gran paso

Tras el triunfo, el iquiqueño dijo que la de Múnich "fue una semana perfecta. Desde el primer día estuve muy enfocado. En Barcelona tuve una derrota que me dolió un poco y me hizo ver otras cosas".

Agregó a radio Cooperativa que, "venía en Houston jugando bien, ganando partidos, y aquí llegué y vi el cuadro que era súper duro, pero yo me sentía bien, me sentía cómodo jugando, sabía que podía hacer algo importante en este torneo y terminó saliendo increíble".

En cuanto a su semana en Múnich, Garín indicó que "subí el nivel en cada partido. Primera vez que jugaba casi con tanto frío, sobre todo en una final, y también me puso un poco nervioso. Tuve muchos altos y bajos en la final y terminé compitiendo el tiebreak mejor que nunca y eso me deja muy tranquilo".

Agencia Uno