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(Me llamo) Sebastián: "Hago música de autoayuda"

El cantante y compositor, una de las voces más aplaudidas del pop independiente, se presenta este sábado en la SCD del Teatro Mauri.
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Marcelo Macellari

Desde que Sebastián Sotomayor tenía 5 años, su padre estaba convencido de que podría ser un nuevo Luis Miguel. Es así como el pequeño cantante se paseó por programas como "¿Cuánto vale el show?", "Noche de juegos", "Buenos días a todos" y "Tremenda estrella". Ya adulto, intentó varias veces, sin éxito, entrar a la primera versión del programa "Rojo". Pero al igual que Paloma Mami, el fenómeno musical que el año pasado fue eliminada del espacio cazatalentos de TVN, el cantante y compositor hoy de 31 años tuvo su revancha: bajo el nombre de (Me llamo) Sebastián, es una de las voces más alabadas del pop independiente nacional, con varios discos editados y fieles seguidores. "Creo que programas como 'Rojo' no buscan talentos musicales, sino entretener a la gente, y eso está bien", dice el músico, con una incipiente carrera internacional.

Y como parte de una serie de tocatas en nuestro país, (Me llamo) Sebastián llega este sábado (20 horas) a la Sala SCD del Teatro de Mauri de Valparaíso, donde repasará material de sus álbumes "Salvador" (2010), "Adiós, vesícula mía" (2011), "El hambre" (2013), "La belleza" (2015) y "La sombra" (2017), junto a singles recientes como "El dolor es un momento", "El valor" y "Es la fogata", además de temas de sus próximo disco y su cover de la canción de la película "Pocahontas", "Colores en el viento". "Estoy muy feliz por este concierto -adelanta el cantautor-, ya que hace un año vivo entre México y Chile, pero ahora me voy por un buen tiempo; entonces este show es un recuento de todos mis discos anteriores y material nuevo que estoy grabando. Es un momento de cantar y pasarlo bien".

-¿Cómo ha sido tu vida en México?

-Ha sido muy entretenido empezar a conectarme con un público que no me conoce o entrar a círculos distintos, así como conocer la música que se está haciendo en otros países. Ha sido como una aventura. Igual he tenido momentos difíciles y quizás lo más terrible es haber estado un poco solo. Es empezar de nuevo, como un adolescente, y eso me gusta.

-¿Definirías tu música como autobiográfica?

-Es una manera de ver mis canciones. Yo creo que todos los músicos o la gente que se dedica al arte tendrán una opinión distinta, pero yo siento que uno solo puede hablar de las cosas que conoce. Lo otro es especular, es como cuando uno es muy chico y hace una canción de amor, ocupando frases o conceptos que no entiende. Yo creo que escribir sobre algo tiene que ver con la experiencia que uno puede recolectar. El ingrediente de autobiografía está muy presente en mi música.

-¿Cómo describirías la evolución de tu trabajo, desde el primer disco, "Salvador", hasta el más reciente, "La sombra"?

-Han pasado 9 años. Creo que cada disco tiene que ver con etapas y lo que yo alcanzaba a ver de la vida. En "Salvador" hablaba mucho de vivir solo. Yo era más guerrillero y quería cantar muy fuerte. Ya más viejo, me fui poniendo más existencialista, hablando de esos temas que todos los seres humanos se plantean en algún momento de su vida. Puede sonar un poco egocéntrico lo que digo, pero todos hemos vivido cosas parecidas y cuando uno habla honestamente de lo que le pasa, otra gente ve algo parecido.

-¿Y en el sonido cuáles han sido los principales cambios?

-Yo estudié música desde muy chico, entonces en mis primeros discos quería volcar todos mis conocimientos. Escribía todas las partituras y pensaba que un músico tenía que ser muy docto. De ahí en adelante hice un viaje desde lo acústico a lo electrónico, porque me he dado cuenta que la música tiene que convivir con lo que está pasando ahora, donde todo está convirtiéndose en algo digital. Sigo tocando la guitarra, que me acompaña siempre, y el resto son solo computadores. La onda que tiene hoy mi música tiene mucho más que ver con cómo se conectan nuestros sentimientos con la tecnología, a través del uso de celulares o redes sociales. Ese rollo creo yo que va creciendo cada vez más en la vida de todos y en la mía también.

-¿En qué estilo o género musical te identificas hoy?

-Yo nunca he sido muy bueno para autoclasificarme en géneros. En realidad no soy bueno para autoclasificarme en nada, pero definiría lo que hago como música de autoayuda. O neo autoayuda. Mi música es el intento de alguien que quiere cantar y decir algo. Si alguien quiere escuchar eso, lo invito al concierto.

-Desde tus inicios, a muchos les llamó la atención que algunas de tus letras fueran abiertamente gay, lo que te convirtió en un referente de la comunidad LGTB. ¿Te acomoda ese rótulo?

-Yo creo que a veces las cosas pasan no porque uno lo quiera. Mis canciones son gay, porque lo yo lo soy y me he enamorado de hombres. Las personas que lo ven como algo distinto, creen que es novedoso y hablan de ello, pero es la definición de otros, no la mía. Y eso está muy bien, porque cada uno puede agarrar lo que quiera de la música y yo agradezco que haya visto eso en mi trabajo, porque es parte de mí, pero no es lo único. Yo no quiero sentirme responsable y cumplir con ciertos parámetros, porque alguien me puso cantante de la comunidad LGTB. Lo que sí quiero aclarar que todas las luchas de esa comunidad, son mis luchas. Si me invitan a cantar a una marcha, voy a ir.

La Estrella de Valparaíso