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Dos lesionados dejó accidente en la calle Melgarejo de Valparaíso

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A eso de las 10.30 de la mañana, entre la calle Blanco y Melgarejo de Valparaíso, se produjo un accidente vehicular que dejó dos lesionados.

De acuerdo al relato de testigos, el conductor del Chevrolet Spark iba en dirección hacia Errázuriz cuando apareció la camioneta modelo Partner desde la calle Blanco y chocaron.

Diego Rubio, teniente primero de la Segunda Compañía de Bomberos, explicó que se trató de una "colisión de baja energía de dos vehículos menores", con dos personas heridas. "La paciente (que iba de copiloto en el vehículo Spark) tiene una contusión de cráneo, sin pérdida de consciencia y moviliza sus extremidades. El otro paciente (conductor), salió por su cuenta y no tiene heridas graves", dijo el teniente Rubio.

Para evitar que la mujer se desmayara o sufriera otras lesiones, Bomberos esperó al personal del Samu. Así, pasadas las 11.00 de la mañana, ambos lesionados fueron trasladados hasta el Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso.

En la emergencia trabajaron las unidades 21, 51 y 81 de la Segunda, Octava y Quinta Compañía de Bomberos, respectivamente.

Respecto del conductor del otro vehículo involucrado, trascendió que circulaba con sus papeles al día y que no sufrió ningún tipo de lesión. Testigos afirmaron que prestó ayuda de inmediato.

Religiosas de Santa Julia sufren violento portonazo

Ladrón no desistió de su actuar, pese a los gritos de las hermanas que vestían sus hábitos. Vehículo pertenece a la Parroquia Asunción de María.
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Priscilla Barrera Ll.

Al solitario delincuente que la tarde de este miércoles robó la camioneta Ssangyong a dos mujeres que limpiaban el vehículo, no le importó nada: ni que fueran dos mujeres solas, ni que fueran religiosas, ni que incluso se encontraran vistiendo sus hábitos.

El hecho ocurrió a las afueras de la casa de la comunidad perteneciente a la Congregación Hermanas de Caridad de Santa María, ubicada en la calle Rhin en Santa Julia. En ese lugar se encontraban las hermanas Andrea (de Canadá) y Gabriela (de México), quienes efectuaban la limpieza del vehículo perteneciente a la Parroquia Asunción de María de Achupallas con el que recientemente habían viajado a Rancagua.

Como la manguera no llegaba hasta el vehículo, una de las religiosas decidió acercarlo, abriendo la reja y retrocediendo con la camioneta hacia el exterior.

"Habíamos descargado leña y limpiábamos atrás, pero la manguera no daba entonces tuvimos que adelantar la camioneta. Yo estaba lavando la llanta, dejo la manguera y me doy cuenta que estaba sentado un caballero al volante. Pensé que era un vecino que me iba a ayudar, pero no me pescaba para nada, empecé a gritar para que saliera, me agarré del espejo, la otra hermana que estaba conmigo también intentó impedir que escapara, pero él salió y la hermana cayó. Entonces solté el espejo porque tuve miedo que retrocediera y la atropellara", relató aún schockeada la hermana Andrea.

La religiosa admitió que en sus 16 años que lleva en Chile nunca había vivido una experiencia tan violenta.

Igual de schockeada estaba la hermana Gabriela, quien sufrió una caída al intentar impedir el robo. "Uno trata de oponerse. El golpe me tiró al suelo, caí hacia atrás, me golpeé la cabeza y el brazo... me azotó bruscamente", detalló la religiosa que lleva 18 años en Chile.

Ni un respeto

Cristian Moya, cura párroco de la Asunción de María de Achupallas explicó que el vehículo robado es utilizado para actividades pastorales, y precisó que el robo ocurrió a eso de las 19.25 horas.

"Dejamos la denuncia en la Tenencia de Reñaca. Finalmente la camioneta apareció dos horas después en Glorias Navales. En apariencia no tiene daños (...) Encontramos un MAC en la camioneta y logramos ubicar a su dueño. A él le habían robado dos días antes", acotó el sacerdote.

Tras efectuarle la entrega del MAC a su propietario, el padre Moya volvió hasta la congregación para acompañar a las religiosas. Lo mismo hizo el padre Marcelo Catril, quien lamentó lo ocurrido y criticó el hecho de que, a su juicio, se esté imponiendo la "Narcocultura" en las poblaciones.

"Lamentablemente la delincuencia no mira a quien ataca. La parroquia ha sufrido varios robos, las capillas, las comunidades. Todo esto le arrebata la tranquilidad a la gente", planteó el cura Moya quien sostuvo que "la delincuencia está ganando de a poco y nos vamos quedando callados. En el sector estamos siendo afectados por el tema del narcotráfico".

Marcelo Catril acotó que las hermanas trabajan con la parroquia en catequesis y animaciones y también tienen un hogar de adultos mayores y un comedor de niños en la Villa Arauco.

"Esto es habitual, lamentablemente, pero el problema es que la gente no quiere denunciar. Hemos tenido reiterados robos, hemos conversado con carabineros, estuve con la gobernadora. Creo que se ha instaurado la 'narcocultura'. Se escuchan disparos, fuegos artificiales. Hemos conversado con la autoridad y poco pueden hacer entonces creemos que se debe legislar para la seguridad, para planes integrales", precisó Catril.