Los puños más fuertes del país
Darling Mitchell, oriunda de Villa Alemana, se coronó hace unos días como la campeona nacional de boxeo femenino en categoría cadetes.
No solo derrotó a sus rivales, sino que también a todos los estigmas que rodean a las mujeres en el boxeo, y a una sociedad que le ha dado la espalda en cuanto al apoyo que necesita. Darling Mitchell, oriunda de Villa Alemana, y con apenas 16 años, se coronó a principios de mes como la campeona nacional de boxeo femenino e categoría cadetes, luego de, literalmente, aplastar a sus contendientes sobre el ring.
"En la semifinal pude noquear a la niña en el segundo round, y estuvo más o menos siete minutos durmiendo tras la pelea. La de la final duró un round, porque se retiró después. No estuvo complicado y eso es lo que me llamó la atención, más que todo porque me di cuenta que tantos años de esfuerzo valieron la pena", nos relata la novel campeona, quien pese a su innegable talento, se ha encontrado con la más típica valla de los deportistas emergentes: la falta de apoyo.
"Tuve que faltar una semana al colegio y ya me dijeron que mis pruebas iban a ser más complicadas, los profesores además no me perdonaron las faltas, siendo que estoy autorizada por el colegio. Es fome porque una trata de sacar títulos por Chile y no tienes un apoyo real, solo cuando llegas arriba aparecen todos, pero cuando una comienza está sola, y eso es triste, porque te desanimas mucho".
El gran legado
Solo su familia y pololo han sido el gran soporte que hoy tienen a Darling pensando en, a futuro, convertirse en campeona mundial y defender los colores de Chile en los Juegos Olímpicos, siguiendo un legado familiar que se remonta a varias generaciones. "De los cuatro años que entreno boxeo, la escuela de mi papá es una de las más antiguas de Chile, se llama "Team Mitchell", la fundó mi bis bis abuelo, que se llamaba Kourt Mitchell. Mi abuelo fue ganador dos veces de los guantes de oro, así que desde que nací mi casa ha sido prácticamente un gimnasio", nos confesó la campeona nacional.
Este mismo lazo, agrega ella, fue fundamental para hacerse con el título, ya que, "hubo un momento en que yo no quise seguir boxeando, porque a mi papá le entraron a robar a su gimansio, y eso me desmotivó bastante. Yo veo esta medalla como una nueva oportunidad, quería tomar un nuevo aire y además darle una inspiración a mi papá para que estuviera feliz, así que más que todo este campeonato lo gané por él, me dijo que fuéramos a competir y no se le veía con tantas ganas, así que yo quería ser campeona por él, para que volviera a amar este deporte".
Sin federación
Además de la completa ausencia de apoyo monetario, Darling, al igual que un sinnúmero de peleadores de la región, deben competir sin una entidad que los respalde, ya que Valparaíso no cuenta con una Federación de boxeo.
"Yo debería haber representado a Valparaíso, pero acá no hay federación de boxeo, entonces tuve que participar por Santiago Sur. A nosotros nos llamaron por mi papá, porque él es bien conocido en el mundo del boxeo, y le dijeron que iba a haber un nacional cadete, y si quería que yo participara por Santiago Sur. Ganamos, y la copa, las zapatillas que regalaron, todo se quedó allá, y no es la primera vez. La gente no tiene idea la cantidad de buenos peleadores que hay en todo Valparaíso, pero desgraciadamente no tenemos quien nos apoye", recalca Darling, quien del 23 al 29 de junio, competirá en el nacional electivo de retadores.
Nicolás Arancibia Bórquez
nicolas.arancibia@estrellavalpo.cl