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"Es un reflejo de nosotros (...) tiene que ver con la impunidad y el qué dirán"

La periodista Carla Stagno -que actualmente ya está trabajando en otro guión para la productora AGTV- sabía que el cierre de la nocturna "no iba a dejar a todos contentos". Sin embargo defiende su consecuencia, "me parece bueno que los finales no sean predecibles en una historia que nunca lo ha sido".
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Reportera, redactora, escritora, columnista y guionista de varias teleseries, la periodista Carla Stagno comparte el espíritu inquieto de varios de los personajes de Pacto de Sangre, el último fenómeno de las redes sociales que la tuvo entre su selecto equipo de escritores. Como la trama de un buen relato, llegó a su actual ocupación de forma algo accidentada e imprevista: "Fue una cosa muy impensada, pero tiene mucho sentido también, porque cuando chica, uno de mis juegos favoritos era inventar sinopsis de películas".

Tras salir del colegio, se acercó al periodismo y a corto andar supo que no le gustaba el trabajo en prensa. Comenzó a colaborar en programas de entretención, hasta que dijo basta: "La verdad es que en un minuto me sentí pésimo porque tenía que conseguir niñitos que se portaran muy mal para la producción, donde luego les explicaban a las familias cómo tratarlos. Sentía que eso no los iba a ayudar en nada", recuerda, negándose a revelar más detalles sobre esa experiencia televisiva.

Entonces, como cuando pequeña, volvió a escribir sinopsis casi como una vía de escape. "Nunca había visto un guion, empecé a hacer ideas, a registrarlas, a presentarlas, le empecé a escribir a guionistas y así; no fue algo planeado, pero me parece muy natural ahora", reconoce.

-¿Qué herramientas de tu formación en periodismo ocupas más como guionista?

-Yo creo que la curiosidad, en periodismo lo que más me gustaba eran las entrevistas que tenían que ver con sacarle la película a alguien; no tanto el dato duro sino el cómo era la persona, cómo se movía y creo que eso tiene que ver con ser guionista. Es sacar el rollo, cómo se construye el personaje, mirar.

El pacto con la trama

Precisamente -y más allá de excelentes actuaciones-la crítica ha centrado sus elogios en la trama y el desarrollo de los perfiles de los protagonistas de Pacto de Sangre. Stagno reconoce que el apoyo de la psicóloga Nancy Paulsen, fue crucial, "sobre todo con la relación entre Benjamín y Trinidad". Otro factor clave fue la orientación de la Policía de Investigaciones: "Es la primera teleserie que se lee PDI y no BPI; además nos asesoramos con abogados por todas partes". Respecto a este punto recuerda una anécdota tras el estreno de la producción: "Fue un tuit en particular de un abogado que decía que si los protagonistas hubiesen dicho la verdad, no habrían tenido ningún problema porque la muerte fue accidental. ¡Pero, a ver, la teleserie se trata de malas decisiones, claramente no son personas que están pensando bien!", comenta entre risas.

"Es una historia que la craneamos mucho. Queríamos contar el devenir de personajes complejos, rehuir del blanco y negro, de la clásica teleserie. En este caso narramos -por decirlo de una manera- la historia de amor de cuatro amigos que termina con la muerte de Gabriel; el pacto de 'hasta la muerte los separe' es literal", afirma.

Un cierre a la altura

- En ese mismo sentido, ¿cómo fue para ti tocar ciertas teclas como la violencia de género, la impunidad de los poderosos, el tráfico de influencias, por nombrar solo algunos temas?

- Claramente, Pacto de Sangre es un reflejo de nosotros. Tiene que ver con la impunidad, con un pacto de silencio y -en el caso particular de Trinidad y su desenlace- es una mujer cuyo motor es el qué dirán y mantener el status. Para ella lo más importante es la familia, entonces está dispuesta a todo. Eso hasta que descubre lo que Benjamín hizo y se produce el quiebre. Nos interesaba que ninguno de los personajes fuera villano cien por ciento. Que fueran detestables, pero que a la vez también queribles. Que dijeras 'Uy, ¿qué haría yo?, ¿Quizás haría lo mismo?, chuta, ¿quién soy?'. Ese es el diálogo que queríamos tener con la audiencia. Y para ser fieles a eso, no queríamos empezar a blanquear a los protagonistas. Acá lo interesante fue mostrar la complejidad, los matices con los que nos podemos sentir identificados.

-La complejidad de los personajes fue central en la trama. De allí, dice, la dificultad de cerrar completamente todos los arcos dramáticos: "El final no iba a dejar a todos contentos, pero también me parece bueno que los finales no sean predecibles en una historia que nunca lo ha sido". Esto porque, como explica Stagno, la producción se situó en un formato más propio de las series que de las clásicas novelas de la tarde: "No solo en la factura, sino también en la narrativa, en la manera de contar; desde el capítulo uno 'tiramos toda la carne a la parrilla' y fue un desafío. El cierre de Pacto de Sangre fue arriesgado y políticamente incorrecto, pero apostamos a la coherencia de la historia", dice.

- ¿Sintieron la presión de sus seguidores por entregar un final a la altura?

-La audiencia que nos vio fue siempre muy activa, inteligente y está cada vez más acostumbrada a una narrativa llena de giros, a seguir pistas y unir claves en una búsqueda muy lógica. Era esperable que fueran exigentes. Dentro de nuestras posibilidades, limitaciones de tiempo y de formato, intentamos dar el mejor cierre. Me parece perfecto que el final se cuestione y genere conflicto, que abra debates incluso morales.