Matías Valenzuela
La sorpresa que se llevó Isabel Gutiérrez cuando revisó su Facebook, fue la más grande de su vida. A través de la red social se enteró del estado de su hermana, de quien no sabía nada desde hace 12 años.
La historia es larga. Isabel tenía 9 años cuando nació su hermana María. La madre murió en el parto por septicemia, y el padre falleció a los pocos años. Fueron adoptadas por distintas familias, Isabel se fue con un tío, y su hermana con sus padrinos de bautizo.
Isabel cuenta que su hermana desarrolló una enfermedad siquiátrica, y tenía lapsus de demencia. Cuando tenía casi 30 años, sus padres adoptivos fallecieron, y ahí fue pasando de familiar en familiar, hasta que volvió a vivir con su hermana Isabel.
"Me dijeron 'Prima, hazte cargo', la persona que vivía con ella ya no podía tenerla porque tenía episodios violentos, y ahí vivían niños chicos, entonces era complicado", recuerda.
Vivieron juntas por un tiempo, hasta que un día, María se escapó de la casa, sin que la volvieran a encontrar. Después averiguaron que se había conocido con un hombre de nacionalidad peruana que se la llevó a su país y contrajeron matrimonio.
La tragedia
Los problemas no pararon, el esposo de María falleció, y ella quedó en la calle. Era prácticamente una indigente en un pueblo llamado Cañete, y fue maltratada por una mujer que la hacía trabajar sin paga ni descanso.
"Era prácticamente su esclava. No he parado de llorar en toda la noche", dice Isabel.
Afortunadamente, alguien se apiadó de la mujer. Una peruana llamada Diana Sánchez la acogió en su casa, la alimentó y le ayudó a tramitar sus documentos. Esta mujer peruana conversó con ella, y logró contactar a Isabel para darle a conocer todo lo que había pasado. Es así como ella se entera de todos los vejámenes que vivió su hermana en Perú.
Ya conversaron por teléfono y se pusieron al día, pero necesitan ayuda para regresar a la mujer a Chile, para que vuelva a vivir con su familia en el cerro San Roque.
Isabel hizo las averiguaciones, y le dijeron que tiene que ir al consulado en Santiago, pero no puede por problemas de salud. En el consulado peruano en Valparaíso le aconsejaron que se acercara a la Intendencia, y esa es su única alternativa, pero tiene miedo de que el proceso sea muy lento.
"La verdad es que no se qué hacer, necesito orientación para poder recuperar a mi hermana", dice.