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Vuelven los "Buenos muchachos"

La obra maestra de Martin Scorsese, estrenada en 1990, es el "Clásico del mes" de la cadena Cinemark.
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Marcelo Macellari C. - La Estrella de Valparaíso

Una de las grandes injusticias de la historia de los premios Oscar ocurrió en la edición de 1990, cuando el galardón de la mejor película fue a parar a manos de "Danza con los lobos" y no a "Buenos muchachos". Han pasado 29 años de ese capítulo y el western revisionista dirigido por el actor Kevin Costner se mantiene como un título interesante, pero la cinta de Martin Scorsese tiene hoy el rótulo indiscutido de obra maestra. Y para quienes no han tenido la oportunidad de disfrutar de este título imprescindible en pantalla grande, Cinemark Marina Arauco lo exhibirá durante junio en su ciclo "Clásico del mes" (ver horarios en www.cinemark.cl).

"Buenos muchachos" arranca con la voz en off de Henry Hill (Ray Liotta), quien recuerda sus inicios en el mundo de la mafia. Hill, hijo de padre irlandés y madre siciliana, vive en Brooklyn y se siente fascinado por la vida que llevan los gánsteres de su vecindario, donde la mayoría son inmigrantes. Paul Cicero (Paul Sorvino) el patriarca de la familia Pauline, es el protector del barrio. A los trece años, Henry decide abandonar la escuela y entrar a formar parte de la organización mafiosa como chico de los recados; muy pronto se gana la confianza de sus jefes, gracias a lo cual irá subiendo de categoría. La cinta es el retrato del auge y la caída del protagonista.

El filme, que se ubica en el puesto 17 de las mejores películas de todos los tiempos del sitio especializado IMDB, con un puntaje 8,5 de 10, tiene un reparto que lo completan Robert De Niro, Joe Pesci (Oscar al mejor actor secundario), Lorraine Bracco, Debi Mazar, Illeana Douglas, Michael Imperioli y Samuel L. Jackson. Su influencia en el cine de mafiosos perdura hasta hoy y una serie como "Los Soprano" no habría existido sin "Buenos muchachos", producción con la que comparte 27 actores de su elenco.

El filme, según el director de "Taxi driver", es una descripción de la caída del sueño americano. Sin embargo, Martin Scorsese no es un cronista, sino un creador. Y si "El padrino" nos contó sobre los inicios de la mafia en Estados Unidos, mitificando a sus protagonistas, "Buenos muchachos" es una visión realista, caótica y 2sangrienta, con toda la dimensión cinéfila y cristiana de la filmografía de su director.

En el inicio de la película, el protagonista comenta: "Yo siempre quise ser un gánster". Su historia resulta entretenida y perversamente graciosa, pero también informativa, porque entendemos la moralidad de un mundo donde los dos valores más grandes son: Nunca delates a tus amigos y siempre mantén la boca cerrada. Entendemos así códigos, rituales y jerarquías de la Cosa Nostra.

Icónica escena

La música, como en todas las películas del realizador neoyorquino, es clave en "Buenos muchachos". Y va desde las canciones románticas de Tony Bennett al rock contestatario de The Who y Sex Pistols, para dar cuenta de las sensibilidades sociales de las diferentes épocas en que transcurre el filme.

La escena de ¿Crees que soy gracioso?, una de las más icónicas de la cinta, se basa en una anécdota que le ocurrió a Joe Pesci cuando era joven. Mientras trabajaba en un restaurante, el actor le dijo a un mafioso que era divertido y el aludido se enojó mucho. A Scorsese le gustó la idea y dejó que Pesci y Liotta improvisaran la escena, sin contar nada a los demás actores, para que sus reacciones de sorpresa fueran genuinas.

Mientras que el legendario plano secuencia donde el protagonista, para impresionar a su novia (Lorraine Bracco), entra al club Copacabana por la cocina del local, fue un accidente. Se les denegó el permiso para acceder por el frente y Scorsese tuvo que buscar una alternativa.

En tanto, algunos mafiosos reales fueron contratados como extras para dar autenticidad a las escenas. Los gánsteres dieron números de la seguridad social falsos a los estudios Warner. Aún hoy se desconoce cómo cobraron sus cheques.