La dictadura vista con humor negro llega a la Upla
La sátira "Pinochet, la obra censurada en la dictadura" se exhibe desde mañana y hasta el domingo.
Marcelo Macellari C. - La Estrella de Valparaíso
Es el año 1986. Las dictaduras de Sudamérica han ido cayendo una a una. Brasil, Argentina, Perú y Bolivia. Solo queda Chile y cuatro personajes históricos que apoyan el régimen militar se reúnen a discutir sobre qué les depara el futuro a ellos y al país. Lucia Hiriart, Jaime Guzmán, Manuel Contreras y el cura Hasbún son los protagonistas de "Pinochet, la obra censurada en dictadura" de la compañía Perro Muerto y que por primera vez se presentará en Sala Upla, desde mañana y hasta el domingo (19 horas).
La sátira y el humor negro son los principales ingredientes de este montaje dirigido por Sebastián Squella, quien explica que la obra "juega con el imaginario que tenemos sobre teatro político y dictadura. Queríamos romper con eso, con el lugar común sobre la forma en que el teatro visita los temas de la dictadura, siempre en un tono muy serio y casi operático. Aquí hay humor negro, sátira y una crítica mucho más ácida, rompiendo con lo que imagina la gente al leer el título de la obra".
La obra original se llamaba "Pinochet", a secas, y efectivamente fue censurada en 1986, cuando la prohibición pesaba sobre cualquier acción que atentara simbólicamente contra el régimen militar. El director cuenta que llegó a esta obra a través de una conversación con una actriz en Concepción, quien participó en los ensayos de la obra, escrita por Rolando Vargas, que nunca llegó a los escenarios: "A partir de esos diálogos fuimos reconstruyendo el argumento y haciendo finalmente una obra nueva, ya que el texto original no está. Me pareció que la trama era premonitoria, porque hablaba de un Chile donde se iba a negociar una transición a la democracia, algo que para nosotros hoy es evidente pero en 1986 no lo era. Es una obra muy lúcida".
La Compañía Perro Muerto transforma la original en una puesta en escena de ritmo vertiginoso, alejada del realismo y la reconstrucción histórica, para hablar de un capítulo de la historia de Chile desde el presente. "Instalamos en escena el tiempo de dictadura -dice Squella- pero el tema central es la democracia, la constitución y la transición, es decir temas que aún son cuestionables y nos pesan. Los sueños de nuestros padres y las consecuencias de la dictadura. Nos hace sentido hoy, como generación, contar con un enfoque del pasado pero con la mirada puesta en el presente.
El elenco está compuesto por Valeria Aguilar (Lucía Hiriart), Camilo Venegas (Jaime Guzmán), Rodrigo Florechave (Manuel Contreras) Nicolás Calderón (Cura Hasbún). "Para mí -explica el director- era muy importante que los actores no imitaran a los personajes, sino que encarnaran los discursos y la ideas sobre el poder, la religión y la violencia, con mucho humor. Y creo que eso se logra".