La Roja se salva del ridículo en la previa a la Copa América
Sufriendo mucho más de la cuenta, la selección chilena masculina le dio vuelta el partido al combinado de Haití y se despidió del país, antes de viajar a tierras brasileñas, con una victoria que deja muchas dudas.
Sección Deportes
Hay que decirlo. Chile decidió jugar con Haití su último duelo preparatorio para la Copa América, con la idea no solo de irse ganando, sino que además ojalá goleando a un equipo de palmarés supuestamente inferior. Lo cierto es que sufriendo mucho más de la cuenta, la Roja se salvó apenas del ridículo tras vencer a los caribeños por dos goles a uno, dando vuelta un resultado que por varios minutos fue a favor de los forasteros.
El equipo de nuestro país inició el partido a todo motor. De hecho, cuando recién se cumplían tres minutos de partido, José Pedro Fuenzalida sacó un bombazo que el meta Placide envió al saque de esquina. Sería la primera de varias que el "Chapita" desperdiciaría durante la primera mitad.
La intensidad mostrada por los pupilos de Rueda fue decayendo con el paso de los minutos, y Haití, con su amplio despliegue físico, daba muestras que podía causar daño si es que la Roja no estaba completamente concentrada en su bloque posterior. El reloj marcaba 25' de partido cuando un ataque nacional se transformó en un potente contragolpe caribeño, en el que Pavez falló en la cobertura, y luego Medel y Maripán llegaron tarde a la marca de un Pierrot que fue más vivo que todos y con borde interno anotó la sorpresiva apertura de la cuenta.
Fuenzalida amarraría otras dos oportunidades claras de gol antes de finalizar un primer tiempo que dejó preocupados a todos quienes observaron el compromiso.
Movió la pizarra
De cara a la segunda mitad, el técnico cafetalero de nuestra selección decidió mover la pizarra y dispuso el ingreso de Arias, Pulgar, Díaz y Hernández para, de una vez por todas, tomar el control de un partido que tenían la obligación de ganar. En la cancha, el equipo se vio incluso menos profundo que en la primera mitad, destacando, eso sí, el regreso de Eduardo Vargas a la posición de centrodelantero, puesto en que reemplazó a Nicolás Castillo, y que habitualmente había ocupado en el pasado.
Con Vargas prendido, otra sería la historia, y "Turbomán" se reencontró con el gol en el partido que significó su regreso a la selección, y que de paso lo dejó a un tanto de igualar a Marcelo Salas como segundo máximo anotador en la historia de la Roja. El hombre del Tigres de México controló un balón en el borde del área, quedó frente al arco, y en lugar de ceder a un Vidal que venía solo, remató a ras de piso para anotar el empate, y de paso, devolverle el oxígeno al equipo cuando de jugaban 68' de lance.
Dos minutos más tarde, llegaría la puntada final de un Fuenzalida que por fin tuvo su revancha frente al arco. El conconino Opazo desbordó por el sector derecho, cedió atrás para Vargas, y tras un rebote, el hombre de Universidad Católica la mandó hasta el fondo del arco, generando una escueta pero decidora celebración por parte de Reinaldo Rueda.
Ganando, pero con bastante que mejorar, la selección nacional masculina se despidió de esta forma de suelo nacional, ya que durante la próxima semana viajará hasta tierras brasileñas con la misión de defender el bicampeonato de América.
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