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Los misterios tras los cráneos modificados en Arica

Argentino Óscar Espoueys llegó a trabajar como ingeniero electrónico y en los años 60 derivó a la arqueología. Pronto se apasionaría con las culturas prehispánicas.
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Pedro Clemente - La Estrella de Arica

El descubrimiento de cráneos modificados en los trabajos de remodelación de la exIsla El Alacrán en Arica ha dado lugar a que se valorice el trabajo de investigación que por tantas décadas han realizado académicos y científicos.Y uno de ellos es Óscar Espoueys (Q.E.P.D.), nacido en Argentina, el cual curiosamente era ingeniero electrónico, y llegó a la ciudad en la floreciente época de la zona industrial para trabajar en la fabricación y armado de televisores que iban a servir para el mundial de fútbol de 1962, una de cuyas sedes fue justamente la puerta norte de Chile.

Su hija Claudia Espoueys es quien atesora los descubrimientos de su padre en esta materia y quien señala que "existe mucho material y publicaciones de revistas arqueológicas y mi padre dictaba al respecto sobre esto".

a LA ARQUEOLOGIA

El encuentro de este ingeniero con la arqueología fue casual. Un día llegó a la fábrica un arqueólogo de Antofagasta, quien le habló de la existencia del museo particular de Percy Dauelsberg, fundador del Museo Arqueológico Nacional.

Fue así que tomó contacto con él, y le pareció interesantísimo lo que hacían y de a poco fue ayudándolos a salvar el material que en ese entonces, con el crecimiento explosivo que estaba teniendo Arica, por sus franquicias, se estaba perdiendo.

El huaqueo de sitios arqueológicos era una tónica permanente. Con los años, empezó a leer y aprovechó dos escuelas de temporada que hizo la Sede Arica de la Universidad de Chile, en los años 60. De allí en adelante se hizo amigo de otro gran arqueólogo, Guillermo Foccaci, y comenzó con su trabajo de rescate de momias, llegando a poseer varias y a aportar a la investigación de ellas como es el caso de los cráneos modificados.

La, hija destaca también que "mi padre hizo esto por amor al patrimonio para que esto se preservara y no perdiera. Cuando el empezó con el rescate de piezas de los asentamientos indígenas en la Lisera tuvo que guardar en una bodega de su parcela en Azapa el material porque no existía el museo y llegó a tener 11 mil piezas arqueológicas de todo tipo que después donó".

A su vez, destaca que por toda esta labor su padre recibió el título de arquóologo ad honorem.

Pero ¿en qué consiste esta deformación intencional craneana que hace tan particular la historia de esta región multicultural?

De acuerdo a las investigaciones y estudios reflejados en revistas científicas como "Chungará", esto "tiene como consecuencia la alteración permanente de los atributos anatómicos externos del cráneo humano".

Según la investigación de Espoueys es natural suponer que esto se relaciona con la obsesión por la cabeza en el Mundo Andino (cabeza ausente en algunos cadáveres de Chinchorro), trepanaciones de Paraca-Cavernas, separación secundaria de la cabeza del resto de cuerpo en entierros de Faldas del Morro, el culto al decapitador, los cráneos rituales y los cadáveres decapitados de Alto Ramírez, las cabezas-trofeo de Paracas, los complejos turbantes y atuendos cefálicos de Faldas del Morro y El Laucho, balneario de Arica.

Y la variedad de peculiares gorros como los hay en forma de hongo de Alto Ramírez y los de cuatro puntas del Tiwanaku y Cabuza (en Azapa). Siendo el atuendo cefálico un marcador étnico y cultural, pareciera que se acondicionaban la cabeza para poder usar un determinado tipo de atuendo, más que adaptar el gorro a la cabeza.

Periodos

Para enfrentar el tema, Óscar Espoueys inicialmente estudió las deformaciones de los habitantes de distintos períodos prehispánicos de Pisagua, una caleta al sur de Arica no apta para la agricultura y consecuentemente con una población muy aislada, de mayor pureza étnica.

Esto tratando de definir una clasificación basada principalmente en el método utilizado, puesto que esto define mejor el componente cultural de las deformaciones. Los métodos deformadores son muy variados, con tres procedimientos básicos que pueden combinarse: cunas restrictivas que comprimen el cráneo, tablillas frontales y occipitales y vendajes circulares (llautu).

Aunque se piensa que desde el periodo Formativo y en particular durante el Período Intermedio Medio se utilizaron tablillas, pareciera que el llautu, combinado o no con las tablillas, es el elemento más utilizado en Arica y el estudio de sus variantes y combinaciones con las tablillas aportará nuevos elementos para comprender esta compleja evolución cultural.

Sitios en azapa

De acuerdo a recopiladores de esta historia lo que sugieren las investigaciones modernas basadas en las características de los cráneos considerando parámetros dependientes o independientes de la deformación artificial, es que, si bien parece que hubo un sitio en Azapa ocupado por altiplánicos, en Arica no hubo migraciones importantes de etnias foráneas, como podría suponerse si sólo se consideran los estilos cerámicos y la iconografía. Pareciera que las poblaciones ariqueñas evolucionan a partir de los Chinchorros (o de los anteriores asentamientos de Acha, cuyos cráneos son muy similares a los no deformados de Chinchorro) hasta los yungas del Período Intermedio Tardío, cuyas poblaciones costeras y de valles adoptaron el mismo estilo.