Estamos aburridos de los tacos de tránsito que se forman en el nudo Washington: en las mañanas hora punta y en las tardes más o menos entre 17.30 y 19.00 horas.

El problema de este lugar radica en que no esta semaforizado, por lo menos en las mañanas, no siempre, hay carabineros. Por las tardes, impera la ley del más osado, cero control policial. El ceda el paso que tiene la avenida Washigton, no nos permite el paso, al igual que a los de Santa Elena, y solo pasan los que van a la ruta 68.

Este poncho le ha quedado grande a todas las autoridades. Ninguno ha sido capaz de dar una definitiva solución a este grave problema vial.

El taco por Washintong llega hasta más arriba del sector Piedra Azul... cuánto tiempo más tendremos que seguir esperando por una solución definitiva a este problema.

Nelson Astudillo

Soy una persona de la tercera edad y como tantos de mi generación había optado por mantenerme fiel a los taxis para mis traslados. Por desconocimiento, me complicaba descargar las aplicaciones y me daba desconfianza eso de no saber a priori quién me llevaría. Sin embargo, y ante la insistencia de mis hijos, comencé a utilizar una de las aplicaciones para traslados. Aunque siempre he defendido la posición de los dueños de taxis, estimo que fueron ellos mismos los que mataron a la gallina de los huevos de oro. Lo digo con argumentos. El jueves de la semana pasada pedí un Cabify desde el Jumbo de 1 Norte hasta unas cuadras más arriba. La aplicación me cobró 2 mil pesos. Al día siguiente y luego de hacer unas compras, opté por tomar un taxi en el mismo Jumbo y cuál fue mi sorpresa cuando al llegar a mi casa, haciendo el mismo trayecto del día anterior, el chofer me cobró 3 mil pesos, mil más que la aplicación. Ante mi molestia, el chofer argumentó que él estaba todo el día parado en el Jumbo y que los de las aplicaciones siempre se están moviendo. Mi respuesta fue: ¿Y qué culpa tengo yo?

María Maturana