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"Es la selección femenina, no 'la rojita'… Hablamos de igual a igual"

La comentarista de fútbol de DirectTV y Chilevisión, Romina Martínez califica como "machista" el medio deportivo y enarbola la bandera de la igualdad.
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Muchas veces abrió la puerta de una oficina y se encontró con diez o más hombres mirándola con confusión. Frases como "¿por qué hay una mujer comentando de fútbol?" se hicieron habituales en los oídos de Romina Martínez, quien adquirió una gran experticia en esquivar las balas del machismo a lo largo de su intensa y fructífera carrera.

El fútbol es lo suyo, aunque esté caracterizado por la hegemonía masculina incluso entre los comunicadores. Porque, tradicionalmente, las mujeres en las ligas del periodismo deportivo están presentes en otras disciplinas, como el atletismo o la gimnasia, pero no en el balompié. Al día de hoy - y en plena efervescencia feminista- todavía es difícil encontrar excepciones a esta regla: Romina Martínez es una de ellas.

Admite que no llegó hasta el periodismo por el gusto de comunicar. Creció jugando a la pelota en una familia completamente futbolera. Pero en un país donde es tan difícil surgir como deportista, más siendo mujer, dejó atrás su sueño de portar la camiseta de la selección. No quiso ser profesora de educación física ni tampoco dedicarse a la kinesiología, alternativas frecuentes entre quienes renuncian al deporte. El periodismo fue una improvisación que, posteriormente, se convertiría en un amor genuino.

Su trayectoria ha sido exitosa y versátil. Ha prestado su voz para Radio Biobío y Radio Agricultura, ha escrito para La Cuarta y ha estado en programas como "Más que Fútbol" de DirectTV o comentando de La Roja femenina en Chilevisión. Actualmente se desempeña haciendo despachos para "La Magia Azul", programa radial de la Universidad de Chile, equipo del cual es hincha hasta las venas. No obstante, no deja que su fanatismo se interponga en su labor. "Yo soy más crítica, soy más exigente con ellos. Con el técnico actual soy de muy enfrentarlo y ser súper directa", advierte.

Fuego amigo

Martínez señala que a muchos hombres del medio les sigue desconcertando que una mujer pueda ser tan precisa, exhaustiva y dedicada a la hora de comentar el fútbol. El desafío que pesa sobre sus hombros es tener que validarse constantemente ante sus colegas varones.

-¿Sientes que has tenido que esforzaste más, que probar que estás capacitada?

Sobre todo comentando fútbol, es que te miran como 'a ver… ¿tú qué vas a comentar del tema táctico?' Yo me preparo, yo estudio, estoy tomando clases incluso con gente de la selección chilena adulta. Sólo si tú llegas bien preparada, te van a hablar de igual a igual.

Y entusiasmada continua: "Voy a contar una anécdota que quizás no debería", dice con una sonrisa cómplice. Entonces procede a relatar aquella ocasión en que Aldo Schiappacasse y Claudio Palma, connotados periodistas del deporte, la acompañaron en la cobertura de un partido de la selección femenina. "No tenían idea de quiénes eran las chicas que estaban jugando". Tuvo que convertirse en su profesora, enseñarles quién jugaba al arco, quién era delantera, cuáles eran los detalles técnicos del equipo, entre otras cosas. Luego, ellos mismos le dieron las gracias por aquella enseñanza y por "abrirles la tribuna" para hablar de fútbol femenino.

Por sus nombres

Hay una similitud evidente entre el camino de Martínez y el que han debido sortear las jugadoras de La Roja. De hecho, rara vez se las designa con este título. En cambio, los medios prefieren denominaciones como "La Rojita" o la comparación constante -y a ratos odiosa- con figuras como Alexis Sánchez o Gary Medel. Martínez demuestra su descontento con esta práctica habitual del periodismo. "¿Por qué no decirles la Jefa Guerrero o la Capitana Endler? Ellas también tienen nombres, apellidos y apodos que se han ganado en la cancha".

La sociedad chilena está cambiando y Martínez lo valora, aunque el proceso sea lento. "Muchas de las seleccionadas han salido a marchar, tratan de buscar su lugar, que se las respete", comenta para Región F y añade que "estamos años luz todavía para que una de las chiquillas pueda tener un contrato millonario como el caso de Alexis Sánchez, pero no es imposible, yo tengo fe".

Aunque su corazón es azul, la comunicadora aclara que gracias al periodismo ha terminado encantada con todos los equipos. Antes, cuando la mandaban a cubrir partidos del Colo-Colo, sentía que la castigaban. Hoy, en cambio, siente que siempre está aprendiendo algo nuevo de todos los clubes. Además, su afinidad con la Universidad de Chile no la ha protegido de controversias y la más notoria ocurrió, justamente, porque el medio deportivo aún no se había adaptado a la presencia femenina.

Conocida es la ocasión en la cual el Director Técnico, Sebastián Beccacece, la vinculó románticamente con un jugador cuando ella simplemente estaba haciendo una pregunta relacionada al fútbol. "Él me reconoció que se había equivocado y que había malinterpretado el tema. Claramente me sentí pasada a llevar, nunca había tenido un problema con un técnico". Reconoce que luego la disposición del entrenador cambió, pero añade que "él tuvo que pagar el primer plato roto, de cómo era tratar a una mujer en el fútbol y yo creo que lo aprendió. Ojala más personas lo aprendan también", concluye.