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Abren sumarios sanitarios en contra de avícolas por malos olores en Villa Alemana

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Tras la queja formal presentada este martes por el alcalde José Sabat a la Superintendencia del Medio Ambiente y la Seremi de Salud, por olores molestos en Villa Alemana, esta última respondió al llamado del edil y dictaminó llevar a cabo un sumario a cada una de las empresas avícolas, hasta determinar la causa de la problemática.

Si bien la entidad sanitaria aseguró que ya se llevaron a cabo fiscalizaciones a las empresas sindicadas, el alcalde Sabat señaló que "que la Seremi de Salud abra sumarios sanitarios a todas las avícolas, es una muy buena noticia porque nosotros queremos saber si efectivamente en estas empresas se lleva a cabo un Proceso de producción de limpia, un adecuado manejo del guano y si las condiciones sanitarias de ellas, están dentro de norma".

Respecto a ello, la primera autoridad de la comuna agregó que, "si las empresas no están cumpliendo con lo normativo, deben ser fuertemente sancionadas, porque el daño a la calidad de vida de las personas es enorme. Las empresas deben realizar las inversiones que sean necesarias para que sus procesos no incomoden a la comunidad y mucho menos, generen problemas de salud a nuestros vecinos. Este es un problema que lleva años y creemos que es momento de dar respuestas concretas".

Cabe señalar que, la solicitud presentada por Sabat, se suma la denuncia realizada en primera instancia por la Agrupación de JJVV del sector sur de la comuna, además de otras que se adhirieron al mismo llamado, dadas las serias complicaciones que tienen a raíz de esta problemática.

"Valparaíso está en su peor momento y nadie quiere invertir en la ciudad"

Propietario de restaurante "Mastodonte" debió cerrar tras 18 años de funcionamiento.
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Erika Rojas Salazar

El tradicional restorante Mastodonte de calle Esmeralda, ubicado en el plan de Valparaíso, cerró las puertas hace tres meses y esta semana un receptor judicial lanzó sus pertenencias a la calle tras 18 años de existencia.

"A mediados del año pasado nos cerraron un par de meses por patentes municipales y al mes que logramos abrir nuevamente, nos volvieron a cerrar. Ese golpe nos provocó un descalabro económico que no pudimos superar. Menos con las bajas ventas de este último año", explicó Daniel Olmedo, propietario del restaurant que destacó por sus ambientes decorados por animales salvajes y sus chorrillanas porteñas.

Al igual que el resto de los comerciantes establecidos, Olmedo concuerda que la baja en las ventas se había transformado en una constante debiendo despedir a algunos trabajadores, pues mensualmente debía contar con alrededor de 20 millones de pesos en el pago de remuneraciones. Hace un par de años poseía 43 dependientes y el año pasado quedaron 30.

Ambulantes

"Lamentablemente veo cómo mis colegas locatarios y nosotros mismos luchamos contra una competencia desleal con los vendedores ilegales y repartidores de colaciones sin permisos ni patentes ni mucho menos sanidad. Entre ambulantes con permisos e ilegales amparados por el municipio es difícil luchar. Además nos han dado duro con las nuevas ordenanzas que cada vez nos exigen más y más burocracias y papeleos", concluye el empresario nacido y criado en el Puerto.

Puerto en crisis

El sentir generalizado de la ciudadanía es un Valparaíso en crisis, poblado de ambulantes, con sensación de inseguridad y alta tasa de desempleo, que ya se eleva por el 12%, siendo la más alta de la región (nota página 2).

"Valparaiso está en su peor momento y locales de alto costo de mantenimiento como Mastodonte son difíciles de sostener. Además su apariencia es de un Puerto sucio, hediondo y todo rayado. Ya nadie quiere invertir, todos se están yendo. Yo soy nacido y criado acá, por eso me da pena lo que está pasando. Es triste reconocer que Valparaíso está abandonado por las autoridades", manifiesta Olmedo, quien agregó que es difícil poder renovar, de acuerdo a normativas, con inmuebles de paredes de adobe y estructuras patrimoniales.

En el caso de Mastodonte, el propietario había invertido 80 millones de pesos para cumplir con las normativas vigentes, sin embargo un nuevo cierre los dejó casi en la quiebra.

"Hay nuevas normas, piden mediciones especiales, distancias entre un equipo y otro, algún flujo de lo que son los cuartos calientes y cuartos fríos. A nosotros, como restaurante ícono, nos mandaron como chivo expiatorio", comentó Olmedo el año pasado, complementando que "se entiende, está dentro de las leyes y aquí no hay nada que alegar, pero es difícil de cumplir con los espacios que tienen las cocinas de Valparaíso".

Héctor Arancibia, presidente de Comercio Unido de Valparaíso, señaló que lamentaba la situación. "Hicieron todo lo posible por salvarlo, pero no se pudo", agregando que ya van cerca de 70 los locales cerrados en las calles Esmeralda, Condell y otras adyacentes.