Estimada Directora:

El Sábado 22 de Junio, se produjo una explosión en casa habitación de nuestra madre Sra. Adelaida Campos Jara, con domicilio en 24 Poniente N° 3228, 5° sector Gómez Carreño. Prontamente fue sacada del interior y socorrida por vecinos, dando los primeros auxilios. Luego fue llevada a la Clínica Reñaca, lugar del cual fue derivada a la Unidad de personas críticas intensivo del hospital Gustavo Fricke, en Viña del Mar. Se aplicaron los protocolos para atender de la mejor forma, a quién presentaba quemaduras en la cara, manos e ingle. Se entubó para ayudar en la respiración. El Jueves 27 fue trasladada a la Clínica de la Mutual del trabajador en Santiago, donde permanece grave pero estable dentro de su condición.

Queremos a través de esta misiva agradecer a los vecinos, Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar, Carabineros de Chile, Sapu, Municipalidad de la ciudad y a todas aquellas personas que, anónimamente colaboraron para mitigar esta tragedia.

Sabemos que reponernos de este impacto emocional, será un desafío a largo plazo; sin embargo, es necesario dar las disculpas a las familias afectadas por la onda expansiva y reiterar que "la mamá no estaba en abandono" como algunos murmuraron.

Invitamos a la comunidad y a las personas que conocen a nuestra familia a plegarse a una cadena de oración. Diariamente, a las 21.00 horas.

"Dios es amor"

Familia Carvajal Campos

Impotencia y vergüenza da ver lo contradictorio de este país. Un amplio sector de la sociedad y la mitad del Parlamento cacarea y se declara Pro Vida. Los mismos que callan y no dicen ni una palabra ante los cientos de casos de enfermos de cáncer y otras enfermedades catastróficas que los sistemas de Salud no cubren y que mueren cada día.

Parlamentarios que no asisten a la sesión de la cámara que verá la Ley del Cáncer. Eso les importa la vida de miles de compatriotas. ¿dónde queda el derecho a la vida acá?.

Qué país es este, en que deben judicializarse los casos para que un niño tenga acceso a una operación que le salvará la vida, o una joven madre que lucha por su vida y debe demandar a su Isapre para que le cubra el medicamento oneroso que

le permitirá alargar sus

posibilidades de vida.

Esta es la indolencia de un sistema que sólo buscar la rentabilidad en sus servicios y grupúsculos acomodados que cacarean cuándo les conviene a sus intereses nada más.

María Lidia Miranda O.