El martes 2 de julio, y mientras la opinión pública se centraba en el eclipse solar que pudo ser apreciado en gran parte del territorio nacional, una noticia quedaba relegada de la atención mediática, pero sí eclipsaba la realidad de un joven gay de 18 años de la ciudad de Quilpué.

El joven, estudiante de gastronomía, habría sido brutalmente atacado por su padre, debido a que "le daba vergüenza tener un hijo 'maricón'", por lo que durante el lunes lo apuñaló.

A la fecha se han registrado, al menos, 15 ataques en contra de personas lesbianas, gays y trans en el país. Una cifra que no solo debería ser un llamado de atención para la ciudadanía en general, sino que para las autoridades, sobre todo, porque como publicó la BBC hace uno días, la región de Valparaíso es una "zona roja" para este tipo de ataques.

Estos hechos reafirman la necesidad de modificar la Ley Antidiscriminación en donde no solo se busquen mecanismos para poder aplicar de mejor manera dicha norma, sino -como lo han recomendado organismos internacionales y organizaciones de la sociedad civil como Fundación Iguales- crear una institucionalidad que se preocupe de educar y prevenir los ataques por homo, lesbo, bi y transfobia. ¿Cuántos ataques más tendremos que esperar para avanzar hacia una sociedad segura para todas las personas?

Nicolás Varela Contreras

Coordinador Regional

Fundación Iguales Valparaíso

Una vez que los profesores bajen el paro ¿como recompondrán la

confianza con apoderados y el respeto con los alumnos?

Lo pregunto retóricamente pues me parece que se creó una brecha difícil de solucionar.

Reggaetón en los colegios

Resido en un sector de Valparaíso donde conviven muchos establecimientos educacionales y de todo tipo: públicos, subvencionados, privados y alternativos; y me llama poderosamente la atención que en varios de ellos en los recreos se escuche reggaetón.

No tengo nada en contra de ese estilo de música, pero es cierto que sus letras hipersexualizadas y machistas no deberían ser escuchadas por niños, quienes muchas veces repiten como loros sin entender lo que dicen.

En tiempos donde la sociedad chilena se cuestiona la calidad de la educación y hay un paro de profesores en marcha, sería bueno que entre todas las reflexiones que ello concita, los encargados de las radios escolares revisen su programación. Hay tanta música alegre y bailable donde elegir. Y chilena, además.

Natalia Véliz

Antropóloga Social

Isabel Rojas

porteña.