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Fue la final más larga en la historia del torneo más tradicional y antiguo del circuito ATP. Novak Djokovic (N°1 del mundo) y Roger Federer (3° del orbe) protagonizaron un duelo para aplaudir de pie en el marco de la definición de Wimbeldon, batallando por cinco horas y dos minutos en búsqueda del nuevo rey sobre el césped del tenis. Finalmente, fue el serbio quien logró quedarse con la corona, tras doblegar al helvético por parciales de 7-6 (5), 1-6, 7-6 (4), 4-6 y 13-12 (3).

"Esta fue, si no la más emocionante final que he jugado, top dos o tres. Competí contra uno de los mejores de la historia, al que respeto mucho. Desafortunadamente, uno tiene que perder, los dos tuvimos oportunidades", sostuvo el tenista mejor ubicado del planeta, quien levantó su quinto trofeo sobre el césped del All England Club, quedando en el top 3 de la historia al igualar Bjorn Borg.

El suizo, por otro, quedó destrozado tras no poder estirar su récord en el abierto inglés, donde es el jugador más laureado de todos los tiempos, con ocho coronas. "No sé si perder por un triple 6-2 es mejor que esto. Al final, no importa. Puede que te sientas más decepcionado, triste o enfadado. No sé lo que siento ahora. Solo siento que fue una increíble oportunidad perdida. Es algo que no puedo creerme", indicó tras la dolorosa derrota.