Trattoria Pavarotti

Trattoria Pavarotti es un restaurante ubicado en el sector Los Laureles de Limache. Un local muy especial, fundado por dos italianos aventureros: Adriano y Paola, quienes crearon este lindo espacio con un gran jardín, una terraza amplia, luminosa y muy bien decorada.

Si bien el restaurante cuenta sólo con quince mesas en su interior, el argumento de sus dueños es que el servicio debe ser único, la atención cercana y con el tiempo necesario para explicar la carta a sus comensales.

En este lugar se cocina sólo con ingredientes italianos y de primer nivel, vinos italianos, Acqua Panna o Pellegrino, espumantes, entre otros. Su gastronomía es de alta calidad, con una carta generosa, donde podemos encontrar pescados, pastas, pizzas y carnes. Además de tener una carta de preparaciones muy variadas, la Trattoria Pavarotti tiene excelentes postres, tales como Tiramisú y Salame de Chocolate. Un espacio gastronómico muy bien decorado, con sillas que consignan distintos refranes italianos, un entorno familiar y en la tranquilidad del campo limachino que nos hace viajar, evocando un verdadero rincón de Italia en nuestra querida Región de Valparaíso. Se requiere de reserva previa, ya que como comenté anteriormente es un lugar pequeño, pero totalmente recomendado.

En cuanto a los precios, no es barato, sin embargo visitarlo para darse un gustito y conocer nuevos locales de la región de vez en cuando, se vuelve una excelente alternativa para las familias de Viña del Mar y Valparaíso.

Cuando llegué, me atendieron de manera muy cordial, solicité la carta y me tenté con una pasta rellena: Ravioles con salsa Ragú y de postre Tiramisú (el real, con queso mascarpone).

Demoraron quince minutos aproximadamente y me llegó un plato muy bien presentado, con ravioles al dente, relleno exquisito, una salsa muy bien preparada y sabrosa, con un aroma que invadía el comedor, queso parmesano original que condimentaba y complementaba muy bien el resto de los ingredientes. Y el postre increíble, el mejor Tiramisú que he probado en esta región, una mezcla suave del queso mascarpone con la intensidad de un chocolate amargo, y el café tan característico de este clásico italiano.