Secciones

Viaje en el tiempo: "África" de Viña del Mar vuelve a rugir con los animatronics

Tradicional restaurante vuelve a instalar animales con movimientos.
E-mail Compartir

Belén Velásquez Neracher - La Estrella de Valparaíso

No son pocos los que recuerdan haberse sorprendido en más de una ocasión con la trompa del elefante o la gran boca del cocodrilo que hasta principios de los 2000 adornaban el frontis del tradicional restaurante "África" de Viña del Mar.

Dichos animales fueron sacados del lugar luego de un amago de incendio "que hubo en la parte delantera por un cortocircuito de un letrero", recuerda Juan Flores, quien trabaja en el lugar por más de 30 años.

El rugido de viña

Aquellos animales de antaño -que se movían mediante bombas hidráulicas- fueron reemplazados por figuras fijas. Sin embargo, esta semana fueron varios los viñamarinos que se vieron sorprendidos con el rugido de un león o el barrito de un elefante mientras transitaban por calle Valparaíso.

No se trata de especies que se escaparon de un zoológico, sino que de cuatro figuras de animatronix que fueron confeccionadas en China para ser instaladas -tres de ellas- en el frontis del restaurante, lo que sin duda ha despertado más de un recuerdo noventero.

El administrador, José Luis Rivas, explicó que se trató de un proyecto en el que se venía trabajando desde hace unos dos años.

"El dueño siempre tuvo claro lo que quería, entonces mandamos nuestra idea a China y ellos hicieron un trabajo fantástico. La idea era que los animales fueran amigables, nada muy salvaje", cuenta Rivas.

Pero el trabajo fue mucho más allá, pues hubo que acondicionar el edificio para soportar los cerca de 700 kilos que suman un elefante, un león y una jirafa.

"La estructura se preparó para siete mil kilos, pensando que somos un país sísmico. Había que preparar todo para que estén los elementos de seguridad y de entretención. El sistema eléctrico también lo cambiamos, no queremos percances, pero más que porque se dañan activos, es por el sentimiento de la gente que se ha puesto muy contenta", cuenta el encargado del "África".

Las figuras del exterior fueron ancladas, afirmadas con fierros, vigas soldadas y pernos. Traen una estructura de acero, tienen un motor y mecanismos que les dan movimiento. "Son muy firmes, si se caen, tienen que caerse con el edificio", bromea José Luis, quien afirma que las figuras son de bajo consumo eléctrico y no contaminan.

Los viñamarinos han demostrado su interés por las nuevas figuras, de las cuales se percatan principalmente por sus ruidos, lo que no ha sido ignorado por la administración.

"No queremos pelear con nuestros vecinos. Hemos ido a los edificios del frente para ver como se escucha y hemos ajustado los decibeles para que nadie se moleste", cuenta Rivas.

Pero eso no es todo. El restaurante también trabajó en un nuevo anfitrión encargado de recibir a los comensales. Se trata de un gorila, anclado a un pilote de fierro, "al que le vamos a poner un sensor y cuando entre la gente, va a saludar", revela Rivas.

"Los que ya no están"

"No queremos cambiar, queremos restaurarnos porque hasta los asientos les traen recuerdos a la gente, ellos preguntaban por los monos siempre y hoy nos damos cuenta que hemos marcado hasta tres o más generaciones en los 60 años que llevamos. Muchos vienen sólo a recordar a la familia o a los amigos que ya no están, hasta cuando llegan del extranjero preguntaban por los monos", confiesa José Luis.

Juan Flores, quien tiene trato directo con la clientela, afirma que "la gente está contenta, sacan fotos, videos. Ha vuelto a ser una atracción. Es bonito y gratificante que vuelvan a ponerlos porque es como volver a empezar".

"Esperamos hacer una contribución a calle Valparaíso porque falta un atractivo", concluye Rivas.