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Leo Maslíah desembarca en el Puerto con su música repleta de ironía

El cantautor uruguayo, con 40 años de trayectoria, se presenta el 9 de agosto en el Teatro Cousiño del DuocUC.
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Canciones y piezas para piano, nuevas y viejas, propias y ajenas, en versiones originales o libres. Eso es lo que ofreceré el cantautor uruguayo Leo Maslíah en el show programado para el 9 de agosto (21.00 horas) en el Teatro Cousiño DuocUC de Valparaíso, con un repertorio que se paseará desde el Concierto BWV 1954 de Bach a canciones como "Interferencia" o "Luna sola".

Maslíah, una de las figuras más multifacéticas y singulares surgidas en la República Oriental del Uruguay, celebró en 2018 sus cuatro décadas de trayectoria con el disco "40 años", que lo tiene nominado a los premios Gardel (el más importante galardón musical en Argentina) en la categoría Mejor Álbum Canción de Autor.

El músico, de formación clásica, tiene una relación de larga data con el público nacional. "Creo que me presenté por primera vez en Chile en 1984 u 85, fui muy bien recibido y desde entonces fui un visitante recurrente, sobre todo en algunas épocas. Y según las estadísticas de las 'plataformas virtuales', Santiago es uno de los lugares donde tengo más escuchas. Gracias".

De sus primeras visitas, el autor de "Cansiones barias" recuerda que "era una época hermosa esa que se podía llamar de la pre primavera democrática. Yo andaba en Santiago sobre todo en el barrio Bellavista y escuchaba a Felo y al fabuloso grupo Fulano".

-¿Cómo fue la experiencia de revisar sus composiciones para editar el disco "40 años"?

-No podría hablar de una revisión. Algunas de las cosas que se tocaron en el concierto que se grabó, y a partir del que surgió después el disco tuvieron diferentes versiones, arreglos o instrumentaciones a través del tiempo, otras se mantuvieron en sus trece, algunas fueron tocadas muchísimas veces y otras menos.

-¿Cuál es el balance que hace de sus cuatro décadas de carrera musical?

- Nunca consideré estar en una carrera, lo llamaría más bien actividad. Pero por desgracia tampoco tengo un balance, no sabría en este caso en qué podría consistir un balance ni qué cosas podrían conformarlo.

-Usted tiene una formación clásica e incluso compuso una ópera. ¿Volvería a incursionar en este género?

-Sí, volvería a hacerlo pero en función de alguna posibilidad concreta de representación. No quiero escribir otra ópera para que un programador de la Filarmónica de Montevideo me vuelva a decir (como me dijo hace un par de años) "hace 20 años que tengo tu ópera sobre mi escritorio, y ahora la voy a archivar definitivamente porque murió toda posibilidad de que se haga". Por suerte en el Teatro Colón de Buenos Aires sí se interpretó, en el año 2003.

-Latinoamérica vive un momento complejo, con la crisis en Venezuela, los movimientos migratorios forzados y la llegada de la ultraderecha en Brasil. ¿Qué tiene qué decir un cantautor como usted en esta coyuntura?

-No creo que la condición de cantautor me faculte mejor ni peor para hablar de eso que las otras que se me pueden adjudicar. Pero la complejidad de las cosas no es algo que se pueda evaluar de por sí positiva o negativamente. Lo de la "crisis en Venezuela" me parece un efecto retórico como el que podría darse si ves a alguien que está siendo estrangulado, y lo describís como que estuviera experimentando un paro respiratorio. Lo de los movimientos migratorios sería como para apretar el emoji de tristeza, y lo de la ultraderecha como para apretar el de enojo.

-El humor aparece en su música y también en su literatura. ¿Por qué incorpora siempre este elemento?

-No lo veo como un elemento que se pueda agregar o quitar. Pero aunque mi música humorística existe, es muy poca y muy poca gente la conoce. La mayoría de la gente no sabe distinguir letra y música cuando escucha canciones, y cree que lo que dice la letra tiene que ser lo mismo que lo que dice la música.

la bolsa de basura

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Leo Maslíah aprovechará su viaje para lanzar el libro "La bolsa de basura", el primer volumen suyo editado en nuestro país, por el sello Pez Espiral. Se trata de una recopilación de cuentos de la década del 80 y principios de los 90, que contiene varias historias de las que el cantautor contaba en sus recitales, como "La cita", "Cambio de cabezas" y "La bolsa de basura", que le da el nombre del libro. Son en total 59 cuentos y relatos breves, donde el humor absurdo, la hipérbole y la literalidad, son recursos frecuentes con los que Maslíah desarma el idioma castellano en su variante uruguaya rioplatense.