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Personas que perdieron su voz la sacan en particular club

Son pacientes del Hospital Carlos Van Buren que se sometieron a una laringectomía y ahora participan en una terapia donde "conversan" entre ellos.
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Marcela Guajardo Pérez - La Estrella de Valparaíso

Iván Navarro tiene 71 años y se levanta todos los días a las seis de la mañana para salir de su hogar en Belloto hacia su trabajo en el Terminal de Buses de Valparaíso.

Quienes llegan a la oficina de don Iván se sorprenden de inmediato: prácticamente no tiene voz y lleva un tubo conectado a su cuello.

Hace cuatro años sufrió una laringectomía, donde se le extirpó la laringe por un rebelde tumor que no quiso desaparecer, a pesar de ser operado en seis ocasiones.

Una intervención que lo afectó profundamente, lo hizo perder amigos y cambiar la forma en que comía y respiraba. "Se me vino el mundo abajo", comenta.

Pero Iván se dio cuenta después que no estaba solo. Otros pacientes en las mismas condiciones que él asistieron a un taller del Departamento de Audición y Lenguaje del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Carlos Van Buren. Ahí aprendió a respirar de manera distinta y con el tiempo, recuperó parte de su voz.

Los asistentes de este particular club comparten la pérdida de la laringe o una parte de ella y las dificultades para comunicarse. A medida que agarran confianza, empiezan a salir poco a poco las frases. "Algunos no hablan, pero nosotros les decimos que saquen el habla como sea", explica.

Lo más importante es el ánimo que se dan entre ellos y hasta hacen chistes con esta nueva condición de tener una cánula todo el tiempo en el cuello. Iván cuenta que uno de sus hobbies era la natación. "Me daba 20 vueltas en la piscina y me metía al mar, pero ahora no puedo porque me hundiría haciendo gluglú", bromea.

Alfredo Estay, otro de los asistentes del taller, perdió su laringe hace cuatro años y dice que "a pesar de que esto es terrible y no se lo doy a nadie, uno continúa vivo y hay que seguir viviendo, la vida hay que enfrentarla como sea, con todas las dificultades que trae este problema de los laringectomizados".

Taller

La fonoaudióloga Carolina Valdenegro y la psicóloga, Valeria Ferrada son las encargadas de este taller del Hospital Carlos Van Buren que atiende entre cuatro a nueve personas dentro del mes, donde actualmente asisten solo hombres, aunque han tenido también pacientes femeninas.

"En una primera instancia se había pensado solamente para el trabajo con fonoaudiólogo con un objetivo netamente basado en la comunicación de las personas laringectomizadas totales, pero en el camino me fui dando cuenta de que había otras cosas que eran necesarias abordar, entonces empezamos a trabajar en conjunto con la psicóloga desde el año 2007 y hasta la fecha seguimos en este taller que tiene una modalidad grupal, donde ellos empiezan a aplicar, complementar y potenciar la técnica de erigmofonación", explica Carolina Valdenegro.

Valeria Ferrada asegura que "en el caso de pacientes que empiezan a cursar algunos cuadros desadaptativos, ansiosos o depresivos, la fonoaudióloga me los deriva de forma individual y paralelamente, cuando ingresan al taller, siguen trabajando esas áreas y otras como el tema del duelo, sobre todo asociándolo a la pérdida de un órgano y la habilidad para comunicarse, además, el proceso adaptativo de reincorporarse a lo cotidiano, volver a recuperar la autonomía. Entonces comienzan a darle un nuevo significado de pertenecer a un grupo, para ellos es tremendamente poderoso el hecho de saber que hay otro que también pasó por lo mismo que quizás lo pasó más mal, entonces se apoyan, se motivan, la cohesión grupal aquí es fundamental.