Dos jóvenes de los talleres impartidos por el municipio de Villa Alemana lograron el primer lugar en la Liga de Tenis de mesa de Cabildo. Se trata de Nicolás Gazmuri en la categoría sub18 y Marla Alvarado en TC damas, quienes llegan a obtener la medalla luego de un camino a punta de esfuerzo y marcado por el apoyo familiar.
Unión y técnica
Inspiración familiar
El futuro
"Ellos participaron en casi todas las fechas, lograron salir campeones en varias jornadas, alcanzando el primer lugar de la tabla general. Esos torneos de carácter regional lo usamos como preparación porque el objetivo nuestro es llegar a los nacionales", explica el entrenador de ambos jóvenes, Hans Santander.
Marla y Nicolás entrenan dos días a la semana en el taller municipal, el resto de las jornadas lo hacen en un centro privado. Pero no todo es deporte en la vida de ambos, también son los estudios, historias y una proyección deportiva.
"En el club vale más el espíritu de equipo que lo que uno pueda entregar, la parte técnica es importante, pero siempre se ha fomentado demasiado el compañerismo y apoyo. Cuando vamos a un lugar, lo hacemos todos juntos y siempre pensando en el otro. Para el campeonato de Cabildo, Nicolás (Gazmuri) me dirigió en algunos partidos, siempre entre nosotros, el club y de parte del profesor, presidenta y compañeros es muy importante el esfuerzo y apoyo que podamos darnos", dice Marla.
Esta joven deportista ha compatibilizado su vida en un montón de facetas. Cursa cuarto medio con un promedio de 6,9; entrena en Villa Alemana pero vive en Quebrada Alvarado. Sus días inician a las 07.15 horas y cuando tiene que asistir a preuniversitario o entrenamientos puede llegar después de las 22.30 horas a su casa, pasando gran parte del tiempo arriba de un bus y metro, donde aprovecha de estudiar.
"Se me ha hecho difícil con la PSU y la presión, pero lo he intentado sobrellevar porque me gusta demasiado el deporte como para dejarlo, si pudiera sacrificar un poco, no lo transo. A mi casa llego muerta, ha sido duro", confiesa Marla.
El amor por el tenis de mesa llegó por casualidad a la vida de la joven. Su padre y hermano jugaban por hobbie, lo que motivó que ella entrenara desde quinto básico en un taller recreativo. "Mi hermano participaba en competencias interescolares y eso me motivó a querer practicar pero siempre como un pasatiempo, hasta que llegaron los Juegos Deportivos Escolares. Clasifiqué a un regional, más que nada por suerte, porque participábamos y entrenábamos poco en comparación de lo que la mayoría lo hacía para obtener resultados. Salí segunda y clasifiqué a la etapa nacional representando a Valparaíso. Ir a ese campeonato me dio una perspectiva distinta de lo que era la disciplina", complementó la tenimesista.
Desde ese momento, la relación se consolidó. "Me di cuenta que podía hacer mucho más y era un deporte lindo. El siguiente año también clasifiqué y encontré el club de Villa Alemana", relata Marla.
La relación de la joven con la actividad física no solo se da por el entusiasmo, también va en su sangre. En su hogar de Quebrada Alvarado, donde vive con dos hermanos, dos primos y sus padres, el deporte se vive. "Soy la única mujer, la más chica y todos tenemos proyecciones en el deporte. Mis primos practican fútbol y mi papá dirige el club deportivo de donde vivo, el deporte siempre ha estado en la familia".
Ad portas de iniciar el segundo semestre académico, Marla continúa en el camino del tenis de mesa, aunque no tiene claro qué carrera estudiar, sabe que no renunciará a lo que es su pasión. En la vereda del frente, Nicolás Gazmuri se prepara para continuar el camino deportivo, preparando sus técnicas para clasificar a la selección juvenil y en un futuro cercano, ser parte de la selección nacional.
Junto a ello, hay otra meta en camino que alejaría al joven de sus tierras natales. "A finales de agosto realizaremos un bingo porque queremos que Nicolás se vaya a entrenar dos meses al extranjero para hacer la preparación y finalmente tener mayores posibilidades en los nacionales. Obviamente los chicos están en un mejor nivel, será mejor su desarrollo", complementa el profesor.
Por su parte, la joven de Quebrada Alvarado no esconde sus ganas de seguir. "Al finalizar los Juegos Nacionales Escolares quedé con ganas de participar en otra competencia y supimos que se estaban realizando los Binacionales. El año pasado no quedé por un tema de mal entendimiento con las bases porque no pudimos concursar por no ser federados. Este año estoy preparada y con ganas de clasificar. A pesar de no comenzar muy chica, la mayoría de las grandes jugadores comienzan pequeñas, yo no, pero mi meta es clasificar".