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Enigmática muerte de esposa de un detective

Tras discusión de la pareja, ella se disparó con el arma de servicio del oficial de la PDI.
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Fabián San Martín D.

Impacto generó ayer en un barrio de Curauma la muerte de una de sus vecinas. En este caso la esposa de un funcionario de la PDI quien, aparentemente afectada por una depresión, optó por quitarse la vida.

El capitán Rodrigo Bolívar, jefe de la subcomisaría Placilla, manifestó que cerca de las 09.00 horas fueron requeridos por la Fiscalía para acudir a una casa ubicada en el pasaje Lille de Faldeos de Curauma, por el hallazgo de un cadáver.

Se trataba de la profesora de educación física A.G.C., 42 años, quien fue encontrada por su marido F.S.G., de la misma edad, comisario de la Brigada de Delitos Sexuales y Menores (Brisexme) de Valparaíso. La mujer, madre de una niña de 9 años, apareció en un baño del primer piso con una herida a bala en la cabeza. Al costado del cuerpo estaba un arma de fuego, en este caso una pistola semi automática calibre .40, que pertenece al funcionario policial.

"Él señala que llega en la noche a su casa del trabajo, se va a dormir y en horas de la mañana al ir al baño se percata del cuerpo de su cónyuge. Del empadronamiento a los vecinos señalaron no haber sentido un sonido similar a un disparo, y el dueño de hogar tampoco lo escuchó",, dijo el subcomisario Rodrigo Bolívar, que añadió la hipótesis principal que se baraja es el suicidio.

Investigación

La fiscal de turno, María Loretto Hermann, acudió al sitio del suceso tras ser alertada por la PDI. Dispuso que el caso fuera indagado por la policía uniformada a través del OS-9 y peritos del Labocar, quienes buscaron evidencias y empadronaron testigos -incluido el marido de la víctima- y vecinos para establecer la dinámica de los hechos.

"La fallecida es pareja de un funcionario de la PDI, y se habría suicidado con el arma de servicio de él. Por un tema de transparencia es Carabineros quien está a cargo de la investigación", indicó Hermann.

Sobre la dinámica del hecho, la abogada expresó que "existió una discusión de pareja y posterior a esto habría tomado la decisión de quitarse la vida. Por la distribución del domicilio y la dinámica del hecho, existe la posibilidad que él no haya sentido el disparo".

La fiscal confirmó que no fue hallado algún mensaje de la occisa, y que un aporte vital a la investigación son las cámaras de seguridad que se hallan al interior del domicilio, que están en proceso de peritaje. Trascendió que las pesquisas al cuerpo confirman la tesis del suicidio, que debió ocurrir en la madrugada. Habrían intentos anteriores de autoeliminación de ella por una presunta depresión.

De luto

El prefecto de Valparaíso, Juan Carlos Moreno, expresó en el lugar que la familia policial está de luto por el deceso, y que un equipo multidisciplinario de profesionales ayuda en la contención emocional al funcionario y su familia.

Sobre el caso, dijo que cada oficial de la PDI que tenga un arma de fuego de cargo debe ceñirse a los protocolos de seguridad, por lo que la investigación interna dilucidará si éstos se cumplieron.

Al escenario de la tragedia llegaron familiares y conocidos de la fallecida, que se mostraron impactados con este desenlace. "A ella la conozco hace tiempo, somos apoderados del mismo colegio y hacíamos deporte. Nos juntábamos todos los días en el crossfit de Curauma y ayer (miércoles) me comentó que el entrenamiento estuvo fuerte. Aún no lo creo", declaró un consternado Sergio Lillo.

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Libre, con firma mensual en la Fiscalía, arraigo nacional y prohibición de acercarse a la víctima por los 60 días de la investigación, quedó ayer el único imputado por una balacera en Playa Ancha.

Por el delito de homicidio tentado fue arrestado F.I.I.S., 28 años, quien -según Carabineros- participó como conductor en el ataque con arma de fuego a un vehículo en la calle Boyacá del Cuarto Sector, que era guiado por una mujer que iba con su hijo de 4 años. El automóvil recibió más de una veintena de impactos, pero los ocupantes salvaron ilesos.

Lo insólito es que la víctima acudió ayer al tribunal de garantía a la formalización, donde no reconoció al sujeto como participante del ilícito.

Andrés Roldán, abogado del inculpado, señaló que la víctima no fue coercionada ni amenazada para acudir a la audiencia. Además que el baleo aconteció el 30 de julio y no el 31 como lo indicó el parte policial. Dijo que se está analizando si existió alguna obstrucción a la investigación.