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Profe wanderino relató cómo se salvaron los niños del fatal derrumbe

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Agustín (6) y Fernanda (7) estaban al cuidado de su abuela y bisabuela esperando la llegada de sus padres de la jornada laboral. El martes habían participado de un partido amistoso en la escuela de fútbol Santiago Wanderers Valparaíso Centro, actividad que terminó alrededor de las 17.00 horas.

Roberto Contreras, profesor de la academia que funciona dentro del gimnasio Salud e Imagen, a un costado de la plaza Victoria, confesó que tras terminar todos los entrenamientos, viajó a Quilpué a dejar a su hermano y en el trayecto se enteró de la tragedia. "Me devolví a Valparaíso y llegué hasta el hospital donde estaba Agustín. A él lo habían llevado unos vecinos a urgencia, por lo que él mismo me contó lo que había pasado", detalló Contreras, quien señaló que los dos niños estaban en los dormitorios de la casa, las que daban hacia la escala, mientras las mujeres fallecidas ocupan el baño y cocina de la vivienda, ubicadas hacia el interior de ésta.

Bajo un auto

"Me rescaté solito me dijo Agustín. Es que él me contó en el hospital que salió como volando y cayó entre un muro y los autos del estacionamiento. De inmediato se escondió bajo un vehículo para evitar que le llegaran los escombros", sostuvo Roberto, quien califica al pequeño Agustín como un menor muy "pillo" y bueno para la pelota.

Tanto Fernanda como Agustín participan de la Sub-8 de esta filial caturra y los viernes eran sus día de entrenamiento semanal.

"La escuela la formamos el 10 de octubre del año pasado y ambos hermanos están desde el día uno con nosotros. Agustín supo resguardarse, pero Fernanda resultó con fractura de fémur pierna izquierda, clavícula y costillas. A ella la rescataron dos horas más tarde. Todo es demasiado triste, incluso Agustín me comentaba que su abuela les había dicho que estaba crujiendo mucho la casa y que se abrigaran porque era mejor salir. Pasaron solo algunos minutos y la casa colapsó con las consecuencias que todos sabemos", confesó el profesor Roberto Contreras.

Porteñas fallecidas habían denunciado filtración en casa

Mónica Bruna de 53 años, quien perdió la vida en el derrumbe, poseía videos y evidencia de los problemas estructurales de la casa en su celular.
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Erika Rojas Salazar

Hace por lo menos 35 años que la familia Bruna Rodríguez arrendaba en el cerro Bellavista la casona ubicada en la parte alta de la escala Pasteur, justo al fondo de calle Huito. María Elisa Rodríguez de 80 años, junto a su marido y sus 5 hijos, se mudaron desde el cerro Barón a esta céntrica casa donde por lo menos habitaban 6 personas: abuela, madre, hija y esposo, además de dos bisnietos menores de edad.

Tras el derrumbe, las mujeres mayores perecieron en el lugar. Se trata de María Elisa Rodríguez de 80 años y su hija Mónica Bruna Rodríguez de 53. Ambas se encontraban al cuidado de los dos niños: Agustín (6) y Fernanda Cortés Silva (7), ambos rescatados con vida de la zona de la tragedia.

Reconocidas ayer por la mañana, los cuerpos de las dos mujeres fueron entregados por el Servicio Médico Legal, en tanto la pequeña Fernanda quedará hospitalizada por una semana, dada la complejidad de sus fracturas. Agustín o "Titín" fue quien salió ileso y por sus propios medios del incidente: un verdadero milagro (ver nota secundaria).

Denuncia por filtración

En las afueras del Servicio Médico Legal, uno de los hermanos de Mónica, Andrés Bruna Rodríguez, junto a su esposa, quisieron aclarar el estado estructural de la vivienda que arrendaron por décadas.

"Debido a una filtración que teníamos en la casa, el piso se había hundido 5 centímetros en el baño, Hace un mes había ido Esval a inspeccionar, pues la preocupación era evidente", sostiene Andrés, quien además comentó que hace semanas se encontraban viendo un nuevo arriendo, pero al no hallar dónde cambiarse, iban a ocupar la casa trasera que justo había desalojado su nieta días atrás.

"No hay nada más que hacer, no queremos plata ni nada. El tema ya pasó y los antecedentes los maneja la Fiscalía. Igualmente queremos que la PDI pericie el celular de mi hermana, pues ahí está toda la evidencia de los problemas que tenía la casa. Hay videos y fotos, todo estaba en el celular de Mona (Mónica)".

Respecto de las denuncias por la filtración, donde los dueños nunca hicieron nada y hasta Andrés debió parchar unas fisuras, pues nunca hubo arreglos definitivos en la casa, los familiares indicaron que Chilquinta hace poco había reclamado que la filtración llegaba hasta el estacionamiento perteneciente a la empresa.

"Esval entró y explicó que la casa iba a colapsar en cualquier momento. Era una bomba de tiempo. Lamentablemente Esval no informó a la municipalidad por la fuga y pasó lo que pasó", sostuvo el hermano de Mónica.

Esval

A través de un comunicado de prensa, desde Esval señalaron que: "Esval informó que ha estado desde el primer momento apoyando a la autoridad en la gestión de la emergencia. Una de nuestras cuadrillas verificó ayer el normal funcionamiento de la red de agua potable y alcantarillado. Esta mañana (ayer), además, se realizó de manera preventiva un corte de suministro, para facilitar que las labores de remoción de escombros se efectuaran con una mayor seguridad". En el mismo texto también se lle que "hace un mes, dentro de nuestro trabajo de monitoreos preventivos de la red, revisamos esa zona en concreto, comprobándose el normal estado estructural de la red pública, descartando en terreno cualquier anomalía de nuestra operación en la zona, tanto en la red de agua potable como en la de aguas servidas".