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Dirigentes de Viña dicen que no hay garantías para la denuncia "anónima"

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El violento ataque del que fueron objeto dos dirigentes vecinales del C° Polanco en Valparaíso el pasado domingo caló hondo no sólo en las autoridades, sino también en los dirigentes sociales de Viña del Mar, quienes coincidieron en señalar el riesgo al que se ven enfrentados permanentemente al cumplir un rol ad honorem que los deja vulnerables a la acción delictual.

Lo delicado del caso es que a pesar de cumplir con agrado y vocación de servicio su rol, los dirigentes plantean que muchas veces se ven enfrentados a situaciones complejas porque no sólo los involucran o identifican a ellos como dirigentes sino también a sus familiares.

"Hasta ahora no me ha tocado afortunadamente enfrentar una situación tan grave como la del C° Polanco pero es lógico sentir miedo. Uno se ve muy expuesto, todos te conocen, saben donde vives, muchas veces a uno como dirigente le toca canalizar las denuncias de los vecinos y lamentablemente no siempre se garantiza el anonimato de las denuncias y eso es grave", planteó Susana Ruminot, dirigente de Las Palmas Chilenas de Forestal.

La dirigente aseguró que en varias ocasiones ha denunciado situaciones que le han planteado los vecinos y que ha recibido amenazas de los supuestos involucrados quienes para amedrentarla le han dicho que no hable porque siempre van a saber quién es el que denuncia.

Sin garantía

Ermelinda Cisternas, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Achupallas-Santa Julia coincidió en que no existen garantías para el anonimato de las denuncias ante Carabineros. "No está esa garantía a pesar de que las autoridades y las mismas policías incentivan a que se hagan las denuncias. Lo que pasó en Valparaíso es tremendo, pero lamentablemente hay filtraciones", comentó la dirigente.

Karen Fernández, presidenta de la junta de vecinos del Tercer Sector de Gómez Carreño planteó que en el caso particular mantienen reuniones periódicas con la gobernación y con carabineros y que afortunadamente han tenido un refuerzo en las rondas preventivas. "Por lo menos en mi sector es lo que ocurre. No sé en los otros. Pero claro que se escuchan cosas como el conocido 'barrio chino' esa es otra junta de vecinos", planteó la dirigente.

Vereda estrecha dificulta tránsito de personas en nueva Simón Bolívar

Acceso de personas en silla de ruedas es casi imposible. Residentes y peatones piden mejora antes de que se habilite el puente.
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Priscilla Barrera Ll.

El esperado mejoramiento vehicular y de conectividad en el plan de Viña del Mar mediante la habilitación del nuevo puente Los Castaños se ha visto empañado por estos días con obras adicionales que en apariencia no cumplirían con los estándares de acceso universal para peatones.

La vereda poniente de la calle Simón Bolívar, específicamente el tramo comprendido entre las calles Valparaíso y Marina tiene menos de 60 centímetros de ancho. Si a esto se suma la existencia de una reja perimetral, la dificultad para el tránsito de los peatones aumenta. Ni hablar de una silla de ruedas o de una persona que requiera de la ayuda de otro para desplazarse.

La situación ya se ha hecho pública a través de redes sociales y ha generado duras críticas en tiempos en que lo esperable en cualquier proyecto nuevo, como es el caso, se contemplen desde el origen accesos universales.

Lo que llama poderosamente la atención es que el tramo en cuestión ya se encuentra terminado por lo que fue entregado al uso recientemente. Ante ese escenario, los usuarios mantienen pocas expectativas respecto de una eventual mejora.

"¿Y no existe una norma de urbanismo que defina el ancho mínimo y que obligue en su defecto a expropiar o hacer la calzada mas angosta? Qué dice la dirección de tránsito", cuestionó a través de Twitter Diego Guarello.

Si a lo anterior se agrega, tal como lo plantea otro usuario de Twitter, que esa vereda conduce hacia el hospital, la gravedad aumenta. Asimismo, tanto la vereda poniente como oriente conducen hacia la feria hortofrutícola que se instala en el estero miércoles y sábado, días en que el flujo de peatones por el sector aumenta considerablemente.

"¿Se imagina caminando por esta vereda con bolsas o con un carro? No es posible, yo apenas logro avanzar, ni hablar de dos personas a la vez, es un lío porque además hay una reja que impide que la gente baje a la calle, pero finalmente uno camina en fila india. No hay que se ingeniero para ver que algo está mal", planteó la señora Carmen que habitualmente circula caminando por el sector.

Vereda oriente

Desde la municipalidad de Viña del Mar explicaron que la vereda poniente de la vía fue intervenida como requisito para permitir que calle Simón Bolívar pueda quedar con sentido bidireccional y conectar directamente con el futuro puente Los Castaños.

"Para ello, el proyecto también incluyó la remoción de los postes del tendido eléctrico para permitir el paso de peatones y personas con movilidad reducida en silla de ruedas. Asimismo incorporó una reja de seguridad a petición de los mismos vecinos del sector. Sin perjuicio de lo anterior, y para una mayor comodidad de los usuarios de esta calle, la vía conserva el ancho original en su acera oriente, permitiendo el desplazamiento adecuado de peatones y rodados", precisó Pablo Rodríguez, director (s) Secretaría Comunal de Planificación.