Las historias de los cuatro amigos que murieron en medio de una celebración
Dos eran venezolanos y otros dos chilenos. Uno de ellos cumplía años por estos días y en forma de "previa" fueron a pasar un rato a la escalera Pasteur donde los pilló el derrumbe.
Francisca Muñoz Barraza y Enzo Martínez Urbina eran chilenos; Carlos Mendoza Villanueva y Eduardo Flores Gutiérrez venezolanos. Todos trabajaban como garzones y la muerte los encontró a los cuatro juntos aquella fatídica tarde del martes 13 de agosto en la escala Pasteur, en Valparaíso.
Esa tarde, los muchachos habían trabajado en el restaurante Patrimonio Porteño del barrio puerto y se habían puesto de acuerdo para ir a celebrar el cumpleaños de Carlos Mendoza y de Eduardo Flores, a quien le decían "Seven". Invitaron a Francisca, garzona del restaurante vecino, Taberna de Oscar, y a Carlos Silva, primo de Enzo quien se excusó de ir a la celebración.
"Quedamos de ir a tomar algo, pero después yo no quise ir y no supe donde estuvieron hasta el otro día que llegué al trabajo. Yo siempre andaba con mi primo, el Encito y podría haber estado con ellos acá, pero no sé, no quise ir", relató Carlos Silva.
Búsqueda
No era habitual que los jóvenes fueran hasta ese lugar. La Subida Ecuador era el punto de encuentro y Silva aún no sabe porqué llegaron a la escala Pasteur.
"Los chiquillos no aparecieron el miércoles en la mañana a trabajar y fui a buscarlos a todos a sus casas, nadie volvió a dormir y ninguno contestó el celular. La mamá del Seven fue a Carabineros porque no era habitual que no llegara y el Enzo siempre llegaba a la casa o avisaba donde estaba. Me dio una corazonada y vine para acá (lugar de la tragedia) desesperado y angustiado, tuve una tincada y vine a dar el aviso de los chiquillos que hacían falta, ya era mucha la coincidencia y así fue. Lamentablemente tuve razón", se lamentó el muchacho.
Viuda con 3 hijos
Francisca Muñoz Barraza tenía 31 años y, si bien no estaba casada, tuvo una relación larga y estable con Rafael Huerta Cuadra con quien tuvo 3 hijos.
Pero el 25 de agosto de 2017 la muerte llegó de manera inesperada a su vida. Esa madrugada, a las 4.40 horas Rafael falleció a causa de una herida por arma blanca mientras cumplía condena en el módulo 103 de la cárcel de Valparaíso.
Desde entonces que Francisca debió salir adelante sola con sus hijos y hasta el martes trabajaba de mesera en la Taberna de Oscar donde hizo grandes amigos.
"La Panchita trabajaba en el restaurante de al lado y como trabajamos afuera, éramos súper yuntas, súper amigos. Ella tenía tres hijitos y le habían matado al marido, era trabajadora, muy buena persona, luchadora", aseguró Silva.
El cielo ganado
Enzo Martínez Urbina tenía 18 años y fue el último cuerpo rescatado de los cuatro amigos que eran buscados. Trabajaba como garzón y también cursaba la enseñanza media, era trabajador y una excelente persona.
"El Encito era un pan de Dios, un angelito, era una persona cariñosa, de piel, a la gente que pedía monedas le daba mil, dos mil pesos, se quedaba conversando con ellos, siempre fue así, no discriminaba a nadie, era una buena persona, tenía el cielo ganado y Diosito se lo llevó porque no tenía que demostrarle nada a nadie", sostuvo su primo Carlos.
Una mejor vida
Carlos Mendoza y Eduardo Flores tenían 20 y 19 años, eran venezolanos que llegaron a Chile buscando una mejor vida para ellos y para ayudar a sus familias, pero la tragedia truncó sus caminos.
"Al Eduardo le gustaba la música y su nombre artístico era Seven, le gustaba el Trap y siempre hablaba de salir adelante. Él y Carlos tenían todas las ganas de surgir, se las buscaban por un lado, por otro, eran muy trabajadores y llegaron a Chile arrancando de la situación complicada de su país, estaban mal allá y buscaban un mejor futuro, tenían el sueño de volver algún día", dijo Carlos Silva.
Adolfo Suárez era el jefe de los muchachos fallecidos y padrastro de Enzo Martínez y no logra comprender cómo es que encontraron la muerte de una manera tan trágica e inesperada.
"Ellos eran un grupo muy unido, son como diez que siempre andan juntos para todos lados, menos mal que no estaban todos. Se juntaban en sus casas, jugaban play station y ahora iban a celebrar a Carlos, se fue gente de calidad, yo me pregunto si no hubo terremoto, si no hubo temporal porqué esa casa se cayó, no se qué respuestas nos van a dar, cómo nos van a consolar. No es posible que una casa se caiga sin un evento anterior, queremos una respuesta", exigió.