Emotivo adiós a Mónica Bruna en las calles porteñas
Masivo funeral de una de las víctimas del derrumbe de calle Huito. Cortejo pasó por lugar de la tragedia.
"La Moniquita era el pilar de su familia. Se hizo cargo de su madre y apoyó a su hija en la crianza y cuidado de sus nietos", así describió a Mónica Bruna su grupo de amigas de toda la vida y compañeras del Liceo N° 2 de Valparaíso.
Mónica Bruna, de 53 años, era una de las habitantes de la casa del cerro Bellavista que la tarde del pasado martes 13 se derrumbó sobre la escalera Pasteur.
La misa fúnebre se realizó ayer, a las 10 de la mañana, en la parroquia Corazón de María de Valparaíso. El lugar estaba repleto de personas que quisieron apoyar a la familia de Mónica, cuya madre, María Elisa Rodríguez, de 80 años, también perdió la vida en la tragedia.
Muestras de cariño
Cientos de personas llegaron a la iglesia llevando hermosos y coloridos arreglos florales. Algunos mostraron su cariño cargando fotografías de Mónica y María Elisa. Nada de esto consolaba a la familia.
Una vez que finalizó la ceremonia, los asistentes se reunieron afuera de la iglesia. La mayoría portaba globos blancos. Los aplausos surgieron espontáneos cuando el féretro - que era cargado por sus seres queridos- abandonó el templo.
Fue ahí que las amigas y compañeras de Mónica la recordaron con cariño. "Nos juntábamos siempre y de manera esporádica. De hecho, hace poco hubo un encuentro en mi casa y ella fue", comentó Paola Muñoz.
Y agregó: "Ella siempre andaba pendiente de sus nietos. Súper preocupada. De hecho, una de nuestras amiga se encontró el otro día no más con ella y andaba comprando regalos para celebrar el Día del Niño".
"Nosotras estamos súper afectadas, porque pasamos juntas una etapa importante de nuestras vidas. Entonces manteníamos contacto por WhatsApp".
"También tenemos otras compañeras que están en el extranjero que mandaron sus condolencias. Estamos todas súper tristes por esta tragedia. Ahora hay que apoyar a la familia a superar este dolor y la pérdida tan grande", concluyó Paola.
Cortejo fúnebre
Luego de eso, el cortejo fúnebre recorrió las calles del plan de la Ciudad Puerto. Transeúntes y automovilistas se sumaron a las muestras de apoyo con aplausos y bocinazos.
La caravana se dirigió hasta el sector del derrumbe para realizar un último y simbólico adiós a Mónica Bruna.
Fue en el momento en que el cortejo pasó por calle Condell esquina Huito cuando se vivió otro de los momentos más emotivos de la jornada. La carroza fúnebre se detuvo por unos segundos. Detrás de ella, dos motoqueros aceleraron motores y causaron un estruendo que estremeció a todos los presentes.
La hija de Mónica, visiblemente emocionada, se asomó por uno de los vehículos cargando el retrato de su madre. De ahí el cortejo continuó rumbo al cementerio Parque del Mar de Concón, donde la familia despidió a Mónica en una ceremonia íntima.