
Pagó caro su inoperancia
Everton cortó una racha de cuatro partidos sin conocer derrotas en el campeonato. Ante la UC, los goles perdidos al principio le pasaron la cuenta.
Claudio Morales Salinas - La Estrella de Valparaíso
Los mismos jugadores de Universidad Católica admitieron después del partido del sábado ante Everton, que si no se lanzaron con todo al ataque desde un principio, en su cancha, fue porque temían la peligrosidad en el contragolpe de los viñamarinos.
Claro que la velocidad con que el cuadro oro y cielo podía amenazar al puntero del campeonato, se vio dramáticamente disminuida muy temparano (18'), cuando Maximiliano Ceratto debió salir de la cancha tras una entrada por atrás de Alfonso Parot. El técnico Gustavo Díaz reclamó airadamente que al zaguero cruzado ni siquiera le pusieron amarilla, aunque después, el entrenador uruguayo dijo que Ceratto no salió por esa falta, y que el árbitro José Cabero había estado "correcto, lo que pasa es que yo soy un poquito resongón", reconoció.
Como sea, y pese a esa temprana deserción, Everton hizo méritos para continuar su racha sin derrotas de los últimos partidos, la cual le ha permitido alejarse de la zona de descenso. En una jornada de arqueros en San Carlos de Apoquindo, el que más lució fue el golero universitario Matías Dituro. Las jugadas de gol que el meta argentino desbarató ante Álvaro Ramos y Brian Carvallo, mostraron sus reflejos, pero también delataron las deficientes definiciones de los jugadores evertonianos, sobre todo la del "Chanchito", que ingresó solo e intentó un insulso globito. Mejor intento fue el de Diego Orellana, aunque su zapatazo desde fuera del área tampoco fue suficiente para batir al sólido portero cruzado.
Con las manos vacías
Ante un equipo tan sólido como Universidad Católica, que sigue escapada en la punta; el no haber convertido las ocasiones del primer tiempo fue fatal para Everton. El gol de Luciano Aued dejó al elenco ruletero sin sumar, y las declaraciones post partido fueron puros lamentos.
"Nos faltó lo que nos ha faltado durante el primer semestre, que es la efectividad. Estamos sufriendo ese tema, tenemos buenos jugadores, estamos generando las situaciones, pero si no las concretás (sic)... hemos tenido suerte en otros partidos, porque ante rivales de menor jerarquía, te perdonan y los podés (sic) ganar. Pero ante un rival de esta calidad, controlarlo gran parte del partido, y en una pelota donde el jugador gira y donde la mete, hay que felicitarlo", se resignó Gustavo Díaz.
Desligándose un poco de su responsabilidad, el estratega de Everton regaló una frase para el bronce, para enfatizar lo caro que les costó despediciar esos goles en el primer lapso del encuentro. "Al entrenador lo hacen bueno los jugadores, porque si nos íbamos dos a cero, estarían hablando qué gran entrenador es el de Everton", filosofó Díaz.
El adiestrador charrúa también explicó que en el segundo tiempo sacó a Cuevas "porque corrió mucho Juancito y terminó desgastado". El problema es que lo reemplazó por el cuestionado Isaac Díaz, y que en en el complemento, Everton casi no volvió a inquietar a Dituro.
La preocupación quedó instalada para el próximo duelo ante el encumbrado Coquimbo Unido, pues deberán evaluar si estará disponible Ceratto, y el DT deberá armar un mediocampo sin el suspendido Gonzalo Freitas.