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La quillotana Sofía Vega (14), obtuvo el bronce en el Latinoamericano de Tenis de Mesa en Medellín. Ahora entrena para renovar su cupo en el Team Chile infantil e internacionalizar su carrera en oriente.
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La edad es sólo un número. Los años de carrera bien jugada no son equivalente a los años en edad. Eso muy bien lo demostró la seleccionada nacional Sofía Vega al ser partícipe de todas las categorías del Campeonato Latinoamericano de Tenis de Mesa disputado en Medellín, Colombia.

La quillotana compitió en singles, dobles mixtos y femeninos, y damas, en la que destacó por su excelente rendimiento junto a sus compañeras de equipo logrando el tercer lugar. Cayeron en semifinales frente al país anfitrión, Colombia, pero se trajeron a casa el bronce.

En cuanto a la competencia individual, Sofía Vega de 14 años, logró quedar en el grupo 12. Se enfrentó ante Guatemala, México, Venezuela y finalmente, Brasil, en las rondas que sintió "una mezcla de emociones, orgullo por representar a Chile, muchos nervios, harta ansiedad, fue de todo en un rato. Pero más que nada alegría porque me ha costado muchas horas, tiempo, y dedicación. Gracias a eso llegué a Medellín", declaró.

Si bien la participación de Sofía fue clave para el avance del equipo, la contienda individual es de lo que más disfruta, "lo que me apasiona del tenis de mesa es que me entretiene y me gusta competir. Me gusta la sensación que siento cuando gano, y también estar con los amigos y competir juntos. Aunque lo que me encanta es competir en individual porque para eso te preparas, eso es lo más importante, es el momento donde hay que demostrar todo lo entrenado", contó la deportista.

Papá entrenador

En 2014 comenzó a practicar el tenis de mesa, y desde el año pasado su carrera ha ido en ascenso con la clasificación al Sudamericano que se disputó en Santiago y logró el cupo a Colombia. Pero lo más importante para Sofía, "fue entrar a la selección nacional infantil. Me sentí importante porque estaba dentro de algo muy importante, fue un logro. Y poder representar a Chile es genial".

Desde el primer día la entrena su padre, Emilio Vega, a quien atribuye su éxito. "Tener a mi papá es súper bueno para mi carrera porque él está dedicado a mi 100%, yo lo tengo para todo y me ayuda siempre, por eso llegué a competir y triunfar", aseveró.

"Lo más importante del trabajo como dupla es el apoyo entre la familia. Yo la apoyo al 120%, y la mamá nos apoya a nosotros porque sin su consentimiento no habría podido llegar tan lejos porque esto requiere de mucho entrenamiento, los tiempos en familia se acortan, pero el apoyo como familia está", declaró Emilio Vega, quien practica el deporte desde los 17 años. De principio intentó traspasar sus conocimientos a Sofía "solamente para incentivarla a practicar actividad física, un poco forzada, la comprábamos con un poquito de dulces, un chocolatito", admitió entre risas.

Pero resultó mostrar una gran facilidad para jugar y sin saberlo, su carrera despegaba. "Desde el 2014 empezó a entrenar en una academia municipal en Quillota, y así de a poco fue mejorando hasta que este año ya consiguió ser campeona de Chile. Siempre anduvo cerca en terceros y segundos lugares, pero este año alcanzó la satisfacción para ella y para todos lograr un campeonato nacional en febrero pasado", dijo su padre y entrenador.

Deporte como prioridad

La tenista de mesa decidió priorizar la disciplina en su vida. "Estamos planeando un viaje a China. Tengo la posibilidad de perfeccionarme con un entrenador de allá por una temporada, así que nos estamos moviendo para sacar recursos y pagar el pasaje. Por ahora estoy enfocada en poder lograr eso y me estoy preparando para poder entrar a la selección nacional de nuevo el próximo año", recopiló la deportista.

Emilio afirma que "si sigue con las mismas ganas, llegará fácil a la selección adulta. Eso es lo que ella quiere así que el colegio no es prioridad. Está cursando el año escolar a su ritmo, no hay presión por eso, el deporte manda en su vida".


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Camila Rojas Vargas

La Estrella de Valparaíso