Manuel Gómez Poblete

Más allá de lo triste y/o molesta que pudo haber regresado desde Santiago hasta la calidez de su hogar en Quilpué (producto de la derrota del club de sus amores ante la UC), lo que más incomodó a la reconocida hincha de Everton, Vanessa Álvarez Lira, tras su visita del sábado al Estadio San Carlos de Apoquindo... fue la nula empatía que en aquel recinto deportivo encontró -tanto ella, como su madre- para las personas discapacitadas.

De hecho -y aprovechando las redes sociales- fue la propia hincha evertoniana (que producto de una mielomeningocele, asiste en silla de ruedas a los estadios) quien manifestó su malestar, publicando una fotografía que indicaba: "De ayer en San Carlos de Apoquindo. Pasé la incomodidad de no tener un acceso como corresponde para discapacitados y un lugar digno para ver el partido, igual te fui apoyar mi Everton, gracias a todos los que ayudaron a mi mamá a subirme arriba del tablón, pero yo digo donde esta la inclusión en el estadio?. Por que si no fuera por mi mamá, que me sujeta la silla durante todo el partido, donde iría a dar. Gracias mamá por siempre estar ahí".

Ratificando lo expresado por la joven Vanessa (quien es saludada y reconocida por todos los integrantes del plantel de Everton), que su propia madre, María Lira Saldías, entregó más datos respecto a lo que vivieron en el recinto de la UC.

"No tuvimos ninguna comodidad en el estadio, ni siquiera al llegar, ya que en las puertas de acceso que tienen y donde uno entrega la entrada, ella (su hija) no cabía con la silla, así que nos dijeron que pasemos por un costado y al hacer el ingreso al estadio, el ladito para la barra era muy pequeño y tuvimos que subir como seis peldaños, que la tuvieron que subir con silla y todo y después para sentarse ella quedó como reclinada hacia atrás y sin ninguna comodidad", relata la mamá de Vanessa, quien agrega que "hace poco fuimos al estadio de Rancagua y allá nos ubicaron en un sector para discapacitados, pero aquí no e incluso el guardia nos dijo que nos quedemos ahí no más, no nos dio ninguna solución. Y luego los cabros de la barra se pusieron a saltar en el tablón y yo agarrando la silla... fue muy incómodo. Y nunca nos había tocado algo así, yo la comodidad la pido para ella, a mí no me importa, pero ese día, nada... cero. Y lo queremos hacer público para que se pongan un poquito más las pilas para que más gente pueda ir al estadio ya que en estos momentos, dónde queda la ley de inclusión... en ningún lado".

Ya cerrando el tema, la propia Vanessa recalca que "me sorprendió mucho lo sucedido, ya que el sector en donde está el estadio es muy lindo, las casas, todo y que el estadio sea así, me sentí súper mal".

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