Secciones

Bombero y su cara a cara con zorro que lo mordió

Está en tratamiento contra la rabia. Animal fue enviado a centro de rescate.
E-mail Compartir

Fabián San Martín D.

Recuperándose en su hogar de una inaudita, pero inolvidable experiencia está un bombero porteño.

Hace cinco años que Tomás Sepúlveda, alumno de Ingeniería Agrícola en el DUOC UC, es voluntario de la Primera Compañía Bomba Americana en la que reside.

Días atrás el teniente 3° fue en apoyo de sus colegas de la Segunda Compañía, para un llamado a un domicilio particular en calle Cumming. De noche en el patio de la casa un zorro culpeo estaba herido y acorralado por tres perros.

Se trataba del mismo especimen que testigos vieron deambulando en los cementerios 1 y 2 de cerro Cárcel.

Tomás cuenta que el animal se ocultó adentro de un muro perimetral, en un espacio de unos 15 centímetros de diámetro. Con casco y guantes los voluntarios comenzaron a rescatarlo.

"Cuando le tomé una pata me empezó a morder la mano izquierda. Dolía, pero primero no me atravesó el guante", recuerda. Como el animal estaba asustado y para evitar dañarlo rompieron el muro. "Le pusimos un polerón en la cabeza y ahí le envolvimos el hocico y las patas".

En el rescate también participó la sección forestal y ecológica de la V Zona de Carabineros que patrullaba el área, los que derivaron al cuadrúpedo a la reserva forestal y luego al centro de rescate animal Ñamku de Concón donde se recupera.

En cuanto a Tomás, se percató que las mordidas sí traspasaron su piel, por lo que se fue al Van Buren donde recibió tratamiento médico para no contraer la rabia y el tétano, con aplicación de dosis de vacunas.

"Nunca me había tocado un rescate así. Fue raro ver un zorro casi en el plan", comenta el joven que lidia ahora con bromas de sus compañeros, que le auguran le crecerá el pelo y se convertirá en un extraño ser, tras la mordedura del escurridizo animal salvaje.

Familia disconforme con libertad de imputado

E-mail Compartir

Por cuasidelito de homicidio fue reformalizado ayer el chofer que atropelló y dio muerte a un alumno del Liceo Industrial en la avenida España.

El fiscal Rodrigo Yáñez dijo que el 10 de junio el imputado Nelson Vega, 41 años, manejaba en condiciones físicas deficientes y no atento a las condiciones del tránsito, por lo que se subió a la vereda y atropelló a Luis Puga Guerrero, 15 años, que murió en el hospital.

Ayer el chofer quedó libre con la misma cautelar impuesta en junio, firma mensual durante la investigación que termina en octubre. Familiares y amigos protestaron.

"Lucho era un héroe sin capa que salvó a dos compañeras y le arruinaron la vida", dijo su amiga Cony Fuentealba. "Esto no quedara así, seguiré luchando porque se haga justicia. Debió haber quedado privado de libertad", señaló Elisa Guerrero, madre de la víctima.