Por sus propios errores
Everton partió ganando en el Monumental, pero sus equivocaciones le terminaron pasando la cuenta. De todos modos, siguen con vida en la búsqueda de la semifinales.
Everton visitó en jornada sabatina a Colo Colo con el objetivo de dar el primer paso hacia las semifinales de la Copa Chile. Más allá de que los ruleteros se terminaron trayendo una derrota desde Macul, el marcador de dos goles a uno dejó la llave muy abierta de cara al pleito de vuelta, a disputarse el próximo 12 de octubre, y en donde los viñamarinos buscarán dar el batacazo recibiendo a los albos en el estadio Sausalito.
Los oro y cielo partieron ganando el duelo gracias a una avivada de Pedro Sánchez, pero un penal y autogol, ambos cometidos por Marcos Velásquez, acabaron sentenciado un partido que estuvo marcado, además, por lo que sucedió afuera de la cancha, donde de manera insólita, personal de Carabineros roció gas lacrimógeno a las tribunas, afectado no solo a las familias presentes en el estadio, sino también a jugadores de los dos elencos.
El análisis
Raúl Cerqueira, ayudante técnico de Gustavo Díaz en Everton, y quien debió sentarse en la banca durante el compromiso ante los albos debido a que el "chavo" debió viajar a su natal Uruguay por temas personales, aseguró que "fue un partido bastante trabado, bien disputado. Los dos equipos mostraron intensidad, lo que hizo que el equipo que la aprovechara mejor, tuviese más posibilidades de ganar".
Consultado sobre si el gol del empate anotado por Esteban Paredes los terminó sacando del duelo, Cerqueira recalcó que "para mí no fue tanto el gol, más allá del tema anímico, sino que coincidió con el momento que tuvimos que sacar a Berríos de la mitad de la cancha, ya que tuvimos que hacer una reformulación al medio y perdimos un poco de fútbol. En medio de ese cambio tuvimos cinco minutos donde se tenía que acomodar el equipo y allí fue donde terminaron golpeándonos. Después de sufrir el segundo gol tuvimos llegadas, siempre fuimos a buscar el partido. No lo quisimos perder".
Finalmente, a raíz del gas lacrimógeno que cayó a la cancha y que afectó a parte de su plantel, el integrante del cuerpo técnico ruletero sostuvo que "no quiero emitir opiniones porque a mí no me compete. Nosotros llegamos con tres jugadores vomitando al vestuario, y yo mismo me sentí afectado, ya que fue detrás de nuestra banca. Momentáneamente te afecta, pero no es excusa. Creo que es la gente de Colo Colo y la de seguridad es la que tiene que hablar".