Erika Rojas Salazar
Emulando lo que se hacía antaño, cuando la elipse del parque Alejo Barrios era una verdadera pista de competición, ayer el Valparaíso Moto Club celebró sus 105 años de vida con una actividad recreativa, estilo rally conmemorativo, en el sector de avenida Altamirano en Playa Ancha.
La idea era traer a la memoria las 100 Millas Internacionales de Valparaíso, una tradición que se perdió, pero que quiere volver de la mano de los dirigentes del club.
"Esta es la segunda vez que logramos conseguir los permisos de las autoridades y la idea es tratar de recuperar el circuito histórico que por años tuvo la categoría internacional en Valparaíso. Allí se competía con pilotos de todo el cono sur y nuestra intención es recuperar eso y lograr que la gente conviva con el motociclismo, pues muchas veces se nos estereotipa. Acá hay gente de todas las clases y deportistas en general", adelante Luis Meneses, presidente de Moto Club Valparaíso.
El más longevo
Romelio Vergara, de 86 años, es socio del club y aún compite de manera oficial. Con domicilio en Pudahuel, Santiago, "Melo" viaja a la región para ser parte de las competencias en la Villa Olímpica, actividad que disfruta junto a su hijo y nieto desde hace más de 70 años.
"Quiero tener el récord del motociclista más longevo de Chile y del mundo", confiesa Vergara, quien se dedicó a ser buzo profesional, pero su gran pasión han sido las motos, ganando tres veces el título nacional y con pasos por los clubes motoqueros de Audax Italiano y Universidad Católica.
Ayer por motivos de logística no pudo traer su moto desde Santiago, pero de todas formas se dio unas vueltas en un modelo clásico que le prestaron.
"A la actividad llegaron 50 pilotos, que se dividen en serie A, de libre cilindrada hasta el año 80; categoría B que son motos de 125 cc, con motores de dos tiempos, también hasta el año 80 y la clase C que son modelos hasta 1965", comentó el presidente Meneses, quien destacó la presencia de Vergara, reconociendo que debe ser el piloto de mayor edad en actividad del mundo.
La pista urbana porteña consideró como partida y meta la avenida Altamirano, entre las playas Carvallo y Torpederas, luego los pilotos debían subir hacia avenida Carvallo, pasando por fuera del estadio Elías Figueroa y nuevamente descendiendo hasta Altamirano.
Se corrió en varias mangas y los pilotos vinieron desde Punta Arenas, Puerto Varas, Valdivia, Chillán, San Antonio y Santiago principalmente.