Claudia Carvajal R.

A tres semanas de su estreno oficial en los cines de nuestro país, "Ema", la última película de Pablo Larraín ("El club", "Neruda") genera gran expectación, especialmente luego de sus exitosos estrenos en los festivales de Venecia y Toronto, donde recibió buenos comentarios de la crítica especializada.

Sin embargo, en nuestro país el largometraje sigue siendo un misterio para la mayoría y salvo las pistas que entrega su primer tráiler, y que la filmaron el año pasado en Valparaíso, no se sabe mucho más.

Pero de a poco se revelan sus secretos. La mañana de ayer se realizó una función privada para la prensa en el cine Hoyts de Plaza Egaña en Santiago y ya hay más que contar: Ema (Mariana Di Girolamo), una bailarina contemporánea, vive una crisis con su marido (Gael García Bernal) -coreógrafo de la compañía a la que pertenece y quien es 12 años mayor- luego de que deciden "devolver" a su hijo adoptivo tras una serie de hechos graves. Se culpan el uno al otro, mientras en pantalla el espectador ve cómo la protagonista inicia un proceso de liberación a través del reggaetón, de la experimentación sexual con sus amigas bailarinas y también con un matrimonio que sospechosamente tiene un gran vínculo con ella. Y entre escena y escena, se ve a Ema bailando de manera desenfrenada, sola o acompañada; o quemando autos, semáforos y hasta monumentos de la avenida Brasil.

Otro valparaíso

En su primera parte, "Ema" es una película que se cuenta por fragmentos. No se sabe si la escena corresponde al pasado, presente o futuro de los protagonistas, por lo que se hace difícil entender el objetivo de la trangresora e indescriptible joven protagonista, quien seduce con su mirada a cada uno de los personajes y habla con una franqueza que raya en la crueldad, siempre al ritmo del reggaetón.

Y es precisamente en las escenas de ese baile, donde los paisajes de Valparaíso se lucen. El grupo de amigas moviéndose adentro de un carro del ascensor Artillería; en la cancha de la población Márquez, en un pasaje del cerro Bellavista y hasta en la Bolsa de Valores de calle Prat.

Varias escenas ocurren en los troles. Ahí también bailan, los personajes conversan y Ema planea su gran golpe. Eso sí, los porteños que vean el filme se sorprenderán con la contininuidad de las escenas, porque en un momento el trole va por Condell y luego mágicamente pasa por Colón.

Otros lugares que se ven en la película son los liceos Eduardo de la Barra (donde trabaja la protagonista) y María Luisa Bombal, además de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, donde la protagonista -en un acto de gran audacia y que podría dejar sin habla a los académicos más conservadores- se sube a una imponente mesa de la Sala de Consejo de la unidad académica, para provocar a su abogada.

Pero sin duda el barrio que se ve más bello es la Población Márquez, donde transcurre buena parte de la historia. De noche y de día, el conjunto de departamentos sociales construido en 1949 en el gobierno de Gabriel González Videla, se muestra en todo su esplendor.

También hay espacio para la galería Tres Palacios de calle Pedro Montt, un lugar icónico de la ciudad hoy lleno de peluquerías.

Pre estreno

"Ema" tendrá un pre estreno este viernes a las 19 horas en el Cine Condell de Valparaíso en el marco del Festival de Cine de Viña del Mar, con entrada liberada.

Tras ser premiada en el Festival de Cine de Venecia, se presentó en Toronto -certamen que finaliza este domingo- y luego parte a San Sebastián donde su estreno está fijado para el sábado 21. También pasará por el London Film Festival, mientras que a las salas nacionales llegará el 26 de septiembre.