Manuel Gómez Poblete

Otra pobre, triste y a todas luces decepcionante exhibición futbolística brindó ayer el alicaído Everton de Gustavo Díaz, el cual, al margen de caer como visita ante un encumbrado Cobresal (1 a 2), quedó -finalizada la fecha N° 21 del fútbol chileno- en el 13er puesto de la tabla de posiciones... a dos puntos del descenso directo y a tres unidades del colista.

Y es que la fecha en general, fue pésima para un Everton que al margen de no anotar y mostrar muy poco en cuanto a atributos futbolísticos, ayer por lo menos, no contó con la fortuna -que sí había tenido antes- en relación a que los colistas, tampoco ganaban.

No obstante, los triunfos de la Universidad de Concepción frente a Colo Colo (3-1) y el de Antofagasta -sobre la hora- ante Unión La Calera, dejaron a los hinchas viñamarinos... con un ataque de nervios.

Es cierto que el elenco del "Chavo" Díaz tiene hoy en día, muchas bajas, pero el drama del cuadro Oro y Cielo es que ni con su plantilla estelar, el Everton de Díaz ha logrado entusiasmar.

Buenos minutos -pero a cuenta gotas- y pare de contar. Y esto ya es reiterativo, tal como el discursito ese de que nos falta contundencia, que el problema se arrastra desde el año pasado y un interminable etcétera, etcétera.

El problema es el que el fútbol de Everton no convence, los futbolistas -salvo honrosas excepciones, como la del notable Campestrini- no responden y, los directivos, parecen no inmutarse ante la realidad de un plantel que de seguir así... va derechito a los "potreros".

Sólo un espejismo

El tanto de Bryan Carvallo (22'), tras una jugada en la que participaron el "Chanchito" Ramos y Pedro Sánchez, le otorgó una pequeña ilusión al puñado de fanáticos Oro y Cielo que arribaron a El Salvador. Un tiro libre elevado del propio Carvallo y una zurda al primer palo del iquiqueño Ramos, daban como para pensar que el discurso de "ir por el triunfo"... no sólo se quedaría en palabras.

No obstante, la fragilidad defensiva de un Everton que ahora no contó con el "Chano" Velásquez, se hizo sentir en el campamento minero. Por las bandas, Rodríguez y Zúñiga sucumbieron ante la velocidad de los punteros cobresalinos y por ahí surgió la paridad parcial que llegó a los 28' y que fue obra del "iluminado" Felipe Reynero, quien, sólo frente al arco... sólo tuvo que empujarla tras un centro de Céspedes, que se llevó con facilidad la marca de San Juan.

Nueve minutos después, el volante de quite minero, Rodrigo Ureña, sacó un derechazo arriba y que hizo esteril cualquier esfuerzo de Campestrini. Era el 2-1 y los fantasmas, una vez más, que se vestían de Oro y Cielo.

Sin ideas

Tras el descanso, fue Cobresal el que estuvo más cerca de sentenciar su victoria, asegurando un tercer gol. Pero aquello no sucedió, solo por la notable actuación del experimentado meta Campestrini, quien ganó varios mano a mano cuando su defensa hacía agua en las alturas.

Por contrapartida, el cuadro de Everton tuvo un par de insinuaciones, las que coincidieron con el ingreso del Juvenil Alexander Concha, quien le otorgó profundidad al juego viñamarino. Isaac Díaz, una vez más, estuvo lejos del nivel que alguna vez tuvo y Everton se sigue hundiendo en la tabla, son atisbos de mejorar. Lo único bueno, por ahora, que su próximo partido -ante la Universidad de Concepción en Sausalito, es en 11 días más.