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Porteña es la N° 1 del Jiu-Jitsu

Tras quedarse con el oro en el mundial master de la especialidad que se realizó en Las Vegas, Francisca Florás señaló que lo suyo fue reiterar lo que trabaja y practica en Valparaíso.
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Luego de mantenerse -el año pasado- entre las 15 mejores del ránking, Fancisca Florás ganó el oro en la categoría master del Mundial de Jiu-Jitsu que se realizó en Las Vegas, Estados Unidos.

Desde el año pasado se mantuvo entre las 15 mejores del ránking, lo que se definió en el mundial de Emiratos Árabes. La profesora de educación física, personal trainer, y corredor de propiedades entrena dos veces por día, en la Ciudad Puerto.

"Lo que logré es sólo un reflejo de lo que son las clases en Valparaíso, fui a hacer lo que entreno con mis compañeros día a día", fueron las primeras palabras de la número uno del mundo al llegar a Chile. Francisca Florás se consagró el mes pasado como campeona mundial de jiu-jitsu en el World Master Championship de Las Vegas, allí se reunieron las mejores del mundo para "combatir y defender", contó la ganadora.

"Este deporte es un arte marcial sin golpes. Se parte de pie como en el judo, hay proyecciones, palancas a las articulaciones y estrangulaciones. Compitiendo puedes ganar por puntos o por sumisión cuando el oponente se rinde frente a una técnica", de todas formas, Francisca insiste en que "este deporte sirve para ganar confianza en uno mismo, pero la mejor defensa frente a cualquier provocación es largarse y evitar conflicto o violencia".

La victoria quedó archivada junto a los tremendos hitos que marcan sus 10 años de carrera; fue vicecampeona del Grand Slam en Río de Janeiro, obtuvo el segundo lugar en el Continental de Colombia, compartió podio con la número uno actual en categoría adulto, por nombrar sólo algunos. "Nunca nadie en Chile había hecho podio en un Grand Slam y en faixa preta (cinturón negro). Estuve dentro de las top 10 en 2018, y este año después del mundial de los Emiratos Árabes, quedé en el puesto 15 del mundo en categoría adulto femenino".

Pero este triunfo tiene un valor agregado para Florás; es primera vez que compite en la categoría master y arrasó con las contrincantes, "esta es una categoría muy difícil porque son sumamente técnicos, tienes que estar muy preparada en cuanto a técnica y estrategia, hay que usar harto la cabeza. Adulto es más físico y de un ritmo fuerte y acelerado, explicó.

Por sobre cualquier victoria, el mayor logro "fue ser la primera mujer chilena en graduarse como faixa preta hace dos años, hoy ya somos tres chilenas". También destaca "el poder mantenerme en este deporte sin importar los problemas que puedan surgir", porque "en adulto compito con chicas que solamente se dedican a competir y tienen entre 18 a 29 años, yo empecé en el jiu-jitsu recién a los 33, súper tarde para alguien que quiere tomarse esto de manera más profesional".

La campeona mundial recuerda que le bastó sólo un entrenamiento "y dije que quería ser la mejor de Chile. Mis aspiraciones parecían bien lejanas, pero yo sabía que lo iba a lograr porque cuando algo me gusta y me propongo un objetivo tarde o temprano lo consigo, soy de ideas fijas".

Ya cumplió su deseo, pero sigue entrenando de la misma manera "para mantener el nivel", el día a día de la deportista consiste en alternar las distintas labores como corredor de propiedades, profesora de educación física y natación para adultos mayores y niños, y personal trainer. Además entrena al mediodía y en la noche jiu-jitsu.

En el mundial de Las Vegas "competí con mujeres que son tercer o sexto Dan, profesoras de jiu-jitsu y líderes de sus academias, pero a pesar de todo lo que a mi me toca me he dado cuenta que sin importar la edad, igual puedo dar la pelea", aseguró.

El título de campeona mundial "es compartido", dice. "Es de mi familia, amigos, y el equipo Cicero Costha. Desde el año pasado que mi profesor Eduardo Báez y mi compañero de equipo Mauro Rebolledo vienen potenciando el juego que me acomoda y afinando detalles. Gracias a eso he ganado todas mis luchas", concluyó.

Camila Rojas

La Estrella de Valparaíso