"Chao", Díaz...
Como diría el Chavo del Ocho, al uruguayo "no le tuvieron paciencia" y tras una serie de pleitos en que se le "chispoteó" el triunfo, los directivos optaron por cesarlo en sus funciones. Su más seguro reemplazante sería un viejo conocido: Javier Torrente.
Sin pena, ni gloria (y escasas alegrías), será recordado el paso del uruguayo Gustavo Díaz Domínguez, como técnico de Everton. Y es que tras poco más de 9 meses de relación contractual (firmó el 13 de diciembre del año pasado, pero comenzó a trabajar -ya en el club- el pasado 4 de enero), el extécnico del León de México, entre otros clubes, fue desvinculado -la noche del lunes- por su mala campaña al mando de la tienda viñamarina.
Con un equipo que sumó apenas 22 puntos en 21 partidos jugados en el actual torneo y que se ubicaba en el 13er puesto de la tabla de posiciones... a dos puntos del descenso, tres unidades del colista y siendo además el equipo de peores números en ofensiva de todo el fútbol chileno (incluyendo los equipos de la Primera B), la situación del "Chavo" Díaz se hacia insostenible... incluso para los silentes directivos viñamarinos que -una vez más- no hicieron (al menos ayer) declaraciones respecto al tema.
Pese a lo anterior, lo que mayormente condenó al técnico charrúa (que llegó acompañado por Raúl Cerqueira, Adrián Secondo y Manuel Cabrera) fue su nula autocrítica y escasa capacidad para remecer al plantel y generar variantes de juego (al margen de su poca empatía con el grupo), lo que se contrapone a lo que él mismo dijo al ser presentado -a comienzos de enero- en donde se calificó como un técnico que "juega a ganador" y que busca una "identidad propia y muy marcada de juego".
Ya consumada la partida del "Chavo" Díaz, fueron los preparadores físicos de cadetes, Robert Paredes y Carlos Henríquez, los encargados de dirigir el entrenamiento, lo que vuelve a hablar de los "manejos en las sombras" que afloran en Everton, ya que los técnicos de las juveniles -ya sea Cristián Uribe o José Sabat- pudieron perfectamente haber entrenado ayer con el primer equipo, pero...
¿viene torrente?
Si bien ninguno de los regentes de Everton respondió ayer los llamados de la prensa a sus celulares, todo apuntaría a que el rosarino Javier Torrente, el mismo que salvó el año pasado a Everton del descenso y que acaba de ser desvinculado del Monacas Morelia de México, sería el encargado de asumir por segunda vez en Viña del Mar. De hecho, el técnico ya habría aceptado la oferta de Everton (mañana sería presentado al plantel) y sólo faltaría confirmar a parte de su cuerpo técnico ya que su hermano Diego (que trabajó con él en su primer paso por Everton) no podría acompañarlo esta vez.