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Marco Oneto, excapitán de la selección de handball:

"Me gustaría retirarme en Chile, con mi público y familia en el partido"

El viñamarino anunció que dejará la cancha pero promete que seguirá ligado al deporte de la mano de su fundación y otros proyectos.
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Sofía Navarro Martínez

La medalla de plata de la selección chilena de handball en los últimos Juegos Panamericanos de Lima 2019, puso en alto este deporte, captando la atención de distintos actores. Hinchas, jugadores y hasta quienes nunca habían oído de la disciplina siguieron cada paso de lo que ocurría con la selección que pasó a la historia por su buen desempeño.

Pero si de balonmano nacional se trata, Marco Oneto es el nombre que no debe faltar. El histórico capitán de la Roja y máximo exponente de este deporte con varios años de carrera, anunció su retiro de las canchas durante la competencia disputada en el país vecino. Para esto, sueña que su último juego sea en nuestro país, con su familia e hijos en las galerías además del público que ha sido testigo de su carrera.

Barcelona FC, Costa Blanca, Cangas, Bidasoa SC Magdeburgo, Orlen Wisla Plock y Sportin CP, son solo algunos de los clubes en los que Oneto defendió la camiseta, todo ello entre España, Hungría, Alemania, Polonia, Portugal e Italia. En su extenso curriculo figuran dos ligas Asobal, dos Copas del Rey, tres Ligas de los Pirineos, una copa Húngara y una nominación al equipo All Stars del mundo.

El viñamarino de nacimiento, encontró en Quilpué su pasión. A los 13 años se cambió de colegio llegando al Coeducacional donde estudió y conoció el balonmano. "Mirando para atrás parece mentira todo lo que se hizo y lo que pasó. Llegué al balonmano porque me cambié de colegio, fue accidental por decirlo de alguna forma, también en el 1995, 1994 cuando conocí el balonmano, no existía en Chile", relata el Oneto.

"Después me introduje más en el deporte. Marcelo Cruz, el entrenador de mi primer club me captó y comencé a practicar más serio con él y su grupo en el club Alemán de Quilpué, ese fue mi primer equipo y entrenador-formador", complementa el capitán de la Roja.

A sus cortos 17 años, Oneto quería más, viajó a Brasil donde se presentó una opción de un club que lo quiso fichar, pero eso lo motivó e hizo pensar en que podía ir a otro destino: Europa, tierras donde el handball brillaba como la cuna de la disciplina, estando a años luz de nuestro país.

La pena de oro

Con cerca de 24 años en la cancha, 19 de ellos en Europa y 37 años de edad, hoy Marco dice estar tranquilo. Luego de varias semanas de transcurrido los Juegos Panamericanos de Lima 2019, el exBarcelona se refiere al segundo lugar obtenido junto a sus compañeros de selección, donde dice estar bien. "Contento de lo que ha generado un poco el desempeño de este equipo, el impacto que ha tenido un poco en la sociedad deportiva los resultados que conseguimos. Sigo con la pena de no haber podido conseguir la medalla de oro pero un poco más tranquilo luego de un par de semanas", dice tras realizar su análisis personal.

El retiro

Pero el máximo exponente nacional del handball aprovechó la participación en Lima 2019 para anunciar su retiro, el que anhela sea en nuestro país, donde se baraja la opción de jugar un preolímpico en Chile, lo que aún no se ratifica.

"Si fuera así, si se confirma y mi entrenador piensa que puedo ser un aporte, claro que me gustaría jugar y retirarme en Chile, frente a mi público, con mis hijos y familia viendo el partido. Esa fue un poco la 'envidia sana' que siempre tuve de mis compañeros cuando ganábamos algún torneo, liga, lo que fuera, siempre ellos subían con sus hijos a recoger las medallas, siempre les tuve esa envidia sana. Poder realizar eso en una despedida sería maravilloso", comenta Oneto.

Sacrificios de capitán

En las palabras del seleccionado destaca la presencia de su familia en sus planes y esta 'envidia sana', como cataloga él y los duros sacrificios que realizó en el último tiempo. Diez días antes de ir a Lima, la hija de Oneto salió de la UCI. En sus cuatro meses de vida, tres ha estado en el hospital; en su historial ha registrado además dos operaciones y dos estados de coma.

El duro momento personal del handbolista hizo que su asistencia a Lima 2019 estuviera en duda, pero finalmente logró confirmar a última hora, dando cuenta del gran sacrificio por vestir la Roja y que su familia figura como su gran motor.

Este último episodio de carácter personal marca el sacrificio que ha tenido que realizar el deportista desde que decidió dedicarse al hanball. La falta de recursos económicos, el apoyo solo por parte de cercanos y aventurarse a ir a un país lejos de casa, fueron motivos suficientes para motivar al excapitán de la selección a presentar la fundación que lleva su nombre, proyecto con el que busca contribuir y aportar al escenario deportivo del país, además de favorecer y potenciar la reinserción social de los más jóvenes.

"Con la fundación estuvimos presentando nuestro proyecto Deporte Unido que lo desarrollamos desde el año pasado en el centro de niños en privación de libertad en San Bernardo. Ahí intentamos dar la opción a los chicos que están recluidos, que conozcan el deporte en diferentes ramas con incursiones de los mismos deportistas del team Chile, parte del rugby seven, del hockey césped de damas y varones,etc. Ellos han sido parte de este proyecto donde van a mostrar lo que es el deporte en sí en un oppening para estos chicos, después seguimos trabajando con profesores y red de apoyo", relata el excapitán.

Futuro 100% deporte

Pero no solo es la fundación lo que ocupa el tiempo de Marco Oneto. Proyectando lo que será su futuro una vez formalizado su retiro, el viñamarino proyecta un escenario bastante inquieto y envuelto en el deporte, lo que cumplirá con su organización y el Proyecto Maoz 29, mención aparte para los planes de coach que planea desarrollar en la región de Valparaíso.

"Seguiré siempre relacionado al deporte, o al menos esa es mi idea, tanto del proyecto Maoz 29 que lleva tres años como con la fundación que cumplió cuatro años y medio", dice el deportista, agregando que "mi vida va a estar relacionada siempre al deporte, va a ser imposible, aunque quisiera -y no quiero- poder sacarlo de mi vida".

"Por un área comercial con mi empresa, social con mi fundación y más formativa con el club, agregando el programa Promesa Chile, voy atacando varias áreas del deporte. Veo un futuro bastante ocupado con muy poco tiempo para otras cosas pero siempre envuelto en el deporte, Dios quiera también que se pueda abarcar la actividad de forma internacional, buscar una combinación y beneficio mutuo entre los programas de desarrollo de deporte de otros países con lo que se hace acá en Chile", complementó el histórico capitán de la Roja, quien ya se ocupa de su vida al término de su carrera y en su rol de motivar a los más jóvenes, lo que ha logrado cada vez que relata su hazaña por Europa.