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No soy la mamá que juega todo el tiempo con sus hijos y ya no me siento culpable por eso. Dejé esa culpa hace años. El día que por temas de trabajo me tocó entrevistar al pediatra español Carlos González, eminencia internacional en temas de crianza y maternidad, muy preocupada le manifesté que sentía que no jugaba lo suficiente con mis hijos, que no me "nacía" tanto ser la "mamá entretenida" que les tiene miles de juegos y actividades y que, en general, cada buena idea que puedo tener con mis hijos termina en dos minutos de pelea porque no quieren o no les interesa seguir una regla mínima que puede hacer el juego más entretenido o simplemente que pueda jugarse.

Y bueno, pasó que el doctor González me escuchó atentamente y me pidió que pensara si mis padres jugaban conmigo también todo el tiempo o se preocupaban nada más de tratar de estar conmigo. Me di cuenta que lo primero no podía ser aunque quisiera, mis dos papás trabajaban y estudiaban al mismo tiempo y sí, obviamente que los pocos momentos que podían tener para 3 hijos en ese entonces, los aprovechaban al máximo, pero tampoco era una locura.

Entonces me invitó a reflexionar de nuevo: ¿Qué prefería? Estar con ellos, conversar, ver una película, salir de paseo, leerles un cuento y sí, bueno, jugar algo con ellos, pero no estar detrás de cada idea o invento de juego que abunda en internet o en Pinterest, también denominado por mí como el lugar donde me doy cuenta de que soy una pésima madre en las manualidades o inventos de juegos infantiles.

Por eso, creo que no es mi labor estar todo el día intentando entretenerlos. Por ejemplo, acá en la casa mi hijo mayor siempre busca que alguien o algo lo entretenga porque "no sabe qué hacer y está aburrido", claro que eso solo pasa cuando estoy yo o su padre en la casa, el resto del tiempo SÍ se entretiene.

Mi hija menor en cambio encuentra una hoja que se cayó de un árbol y juega 4 horas sin pedirme jamás que juegue con ella.

Entonces con ese lado A y B de este tema he llegado a la conclusión de que al menos en mi maternidad ellos sólo necesitan una cosa: que esté presente para ellos y que sepan que aunque no sea "the fun mom", sí soy la mamá que cada vez que necesitan la van a encontrar ahí, muy cerquita de ellos, como siempre ha sido, como, ojalá, pueda ser siempre.


Daniela Alonzo @momiblog

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Los mitos y realidades de la temida hora de hacerse una mamografía

El procedimiento es por excelencia el mejor método para detectar de forma precoz el cáncer de mama.
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C. Rivera y J. Palta

Actualmente el cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en las mujeres chilenas. Durante el mes de sensibilización sobre esta patología, hablar sobre su examen preventivo por excelencia toma cierta relevancia: la mamografía. Y es que existen muchos mitos y realidades sobre este procedimiento, pero ¿cuánto es cierto?

La recomendación del Ministerio de Salud es que la mamografía se realice cada dos años en mujeres entre 50 y 74 años, sin embargo, la Sociedad de Mastología de Chile y la Sociedad de Radiología recomiendan una vez al año desde los 40.

Pero, ¿cómo es realmente el proceso?¿cuánto dura?

La mamografía tiene una duración de no más de 10 minutos y se realiza con el torso descubierto. Constanza Rojas, cirujana mastóloga del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, destaca que "una mamografía puede detectar un cáncer hasta tres años antes de que una se lo pueda palpar", por lo que rescata su relevancia como examen preventivo.

¿Hay que ir en algún momento especial?

La profesional aconseja acudir 10 días después de la regla, porque "si uno se lo hace en los días previos o durante, puede doler mucho". Aconseja no usar desodorante, cremas, talco o perfumes, debido a que el examen puede verse adulterado con restos de estos productos. También dice que es mejor usar pantalón y polera.

¿Qué tan relevante es un antecedente familiar?

Según Bárbara Gutiérrez, académica de la Escuela de Obstetricia y Neonatología de la UDP, al momento de tener antecedentes familiares, los análisis deben iniciar 10 años antes de que el familiar haya sido diagnosticado, "por ejemplo si mi mamá fue diagnosticada a los 40 con cáncer de mama, yo a los 30 debo empezar a realizarme mamografías", explica.

¿Duele? ¿A todas por igual?

Gutiérrez explica que es un mito la idea de que este examen es doloroso, aunque depende del umbral de dolor de cada una. Por eso, aconseja tomar entre de una a tres dosis de ibuprofeno a lo largo del día del examen para evitar molestias. Soledad Torres, cirujana de mama de la Clínica Las Condes, asegura que la mamografía sí duele más cuando se tiene el busto pequeño, ya que deben comprimir el pecho. Torres agregó que el tener implantes mamarios haría el procedimiento más incómodo.