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Nuevamente niños de Quintero sufrieron por contaminación

Peak de 10 minutos de dióxido de azufre (SO2), a las 08.00 horas de ayer, habría provocado que el colegio Santa Filomena registrara 21 alumnos con síntomas de intoxicación. Cuatro fueron trasladados al hospital.
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Erika Rojas-Francisca Palma - La Estrella de Valparaíso

"Durante 10 minutos se sobrepasó el peak", con estas palabras asumía el nuevo caso de intoxicación que afectó a Quintero durante la mañana de ayer, el propio alcalde, Mauricio Carrasco mientras se reunía con el ministro de Salud, Jaime Mañalich, para discutir los avances del Plan de Descontaminación en la comuna. Corroborando la información que comenzó a afectar la comunidad desde temprano, pues los monitoreos indicaron un peak de dióxido de azufre.

Mauricio Carrasco demostró preocupación frente a la temática. "Durante la mañana el Colegio Santa Filomena informó que tenía 21 niños con síntomas de intoxicación, de los cuales cuatro fueron derivados al hospital. Iban con vómitos y mareos, los otros fueron derivados a sus casas, por lo tanto, el problema hoy sigue en la comuna de Quintero", indicó. Por otro lado, junto al senador Francisco Chahuán, señalaron la constante irresponsabilidad con la que trabajan las empresas del sector y las nulas sanciones. "Queremos denunciar la irresponsabilidad de las empresas del cordón industrial de Quintero, Puchuncaví y Concón, que pareciera que no han entendido nada respecto de lo que ha ocurrido en la zona, de la mal llamada 'zona de sacrificio'. Las empresas tienen que responder, tiene que acabarse el manto de impunidad que ocurrió respecto de los hitos de contaminación ambiental entre agosto y octubre", señaló el senador Chahuán.

Llamados

Hector Aguayo, jefe de emergencia comunal de Quintero, indicó que cerca de las 08.30 horas recibieron el primer llamado a la municipalidad del colegio Alonso y que indicaba que se sentían fuertes olores. "Luego nos llaman desde el colegio Orione a las 10.00 horas, y constatamos la denuncia, incluso concurrió Bomberos y se midieron 4 sustancias sin identificar nada, pero que sí se percibía en el ambiente un olor extraño. Finalmente llamó la inspectora general del Santa Filomena para decirnos que había niños con síntomas de náuseas y vómitos y llamamos al Samu que los evaluó. En total fueron 21 menores, y 4 fueron derivados al hospital Adriana Cousiño de Quintero", destacó Aguayo.

En el establecimiento aludido la inspectora general Jessica Leiva sostuvo que "antes del recreo se percibió un fuerte olor a gas por lo que se activaron todos los protocolos internos, se encendieron los purificadores y los alumnos quedaron sin salir de sus salas de clases. Esto se hace siempre cuando estamos en periodos de malos olores en el ambiente. Cuando se acabó el recreo y los docentes tomaron sus cursos, los alumnos comenzaron a experimentar dolores de cabeza, de estómago, náuseasy vómitos, por eso se decidió llamar al municipio y bomberos, además del Samu para atender a los alumnos. Los estudiantes no fueron sacados del establecimiento siendo atendidos en el colegio con doctores".

HospitaL

Daniela Sigmund, directora del hospital de Quintero informó a mediodía que "hemos atendido a cuatro personas en el servicio de urgencias que han sido derivadas desde el Colegio Santa Filomena, son pacientes de 14, 16 y 17 años, los cuales presentaban cefaleas, náuseas y mareos. Actualmente se encuentran en buen estado general, todos recibieron un manejo sintomático de acuerdo a los protocolos de atención" y añadió que "dos de ellos ya fueron dados de alta y derivados a sus domicilios, los otros dos están siendo atendidos y al completar su atención serán dados de alta".

Desazón y pena

Florencia Cárdenas, alumna de primer año Medio del Santa Filomena llegó hasta el recinto hospitalario y comentó que gran parte de su curso resultó afectado, al igual que los menores de séptimo básico. Ambas salas dan hacia el exterior, por eso se estima que las molestias se concentraron en los dos niveles.

"Los episodios de contaminación se comenzaron a vivir desde las 8.30 de la mañana, donde comenzamos a sentir olor a gas y cloro de piscina.Este índice no bajaba y comenzaron a tocar las puertas de la sala para avisarnos que había un peak de contaminación y que se encendieran los purificadores y nos encerráramos en la sala", confesó Florencia, quien recalcó que no es primera vez que sucede este año, pero lamentablemente no se ha certificado la magnitud del episodio.

La menor relató que los compañeros comenzaron con náuseas, mareos y adormecimiento de piernas. Florencia, quien participó en el cabildo comunal por la contaminación, expresó que al ver estas consecuencias hizo un llamado a fuentes que posee en el exterior del colegio y constató la información.

"Hice llamados para saber si había peak y me explicaron que sí estábamos viviendo un episodio de contaminación. Luego comenzó el protocolo de encierro en la sala con purificadores y en otras ocasiones se han suspendido las clases de educación física. Ha ocurrido en 7 oportunidades aproxidamente este año. Incluso la noche del lunes hubo desalojo del Liceo Politécnico de la jornada vespertina",advirtió la alumna de Primero Medio, quien también manifestó su preocupación por los docentes e inspectores quienes deben quedarse en el patio vigilando a que los alumnos no salgan a costa de su propia salud.

Manuel Pizarro, Director de Red Infancia Chile ONG y el Movimiento por la Infancia de Quintero y Puchuncaví, informó que llevan "tres días con un aire totalmente tóxico. Hemos revisado las estaciones de monitoreo pero lamentablemente no muestran nada, al contrario, están muy bajos los índices. Hay denuncias de colegios donde los niños han sido retirados, ayer y hoy".

"LEs ponen oxigeno y se recuperan"

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Carmen Vega, apoderada del colegio Santa Filomena tiene una hija en octavo básico que estuvo el año pasado en el hospital de campaña. "Lamentablemente mi hija sufre con cada episodio. Ahora tuve que ir a buscarla al colegio y se siente muy mal. Hubo un fuerte olor a gas y algo así como cloro de piscina, a ella se le adormecen las extremidades y le duele la garganta y cabeza. Con oxígeno se les pasan los síntomas, pero no es la solución", explicó la madre de la estudiante, quien además es docente del colegio Inglés de Quintero, establecimiento que posee una alianza que logró realizarle exámenes toxicológicos a 10 alumnos por curso. Dicho convenio no lo posee el colegio Santa Filomena.