Ramírez apunta
El "Cheíto" recalcó que a cada jugador debe tratarlo de forma distinta y que, por lo mismo, el trabajo mental será determinante en las últimas seis fechas del campeonato.
Más allá de que Wanderers es el puntero de la Primera B (plaza que comparte con Puerto Montt y La Serena) el sentimiento colectivo que rodea la interna del Decano es de disconformidad, ya que los verdes han dejado pasar en tres ocasiones la chance de escaparse en solitario en la tabla de ubicaciones.
Por lo mismo, es que Miguel Ramírez sabe que debe trabajar en la cabeza de sus pupilos, más aún sabiendo que en momentos de presión es cuando peor se ha visto los caturros. El "Cheíto" apostará, en primera instancia, a su experiencia como jugador para aconsejar a sus dirigidos, más aún pensando que en su época de futbolista, el otrora defensor central disputó la final de la Copa Libertadores y fue parte de la selección chilena que jugó el Mundial de 1998.
"Son 13 las vueltas olímpicas que di, y lo que más trato de transmitir es justamente mi experiencia, además de entregar tranquilidad al jugador del fútbol, más en estas instancias", recalca el entrenador de los verdes, quien complementa: "Estábamos sacando la cuenta de cuántos jugadores que tenemos nosotros en el actual plantel han salido campeones y son muy poquitos, dos o tres, el resto no ha tenido esa experiencia. Yo creo, de todos modos, que de los equipos irregulares somos de los más regulares del torneo, hace dos partidos estábamos cinco puntos abajo de los punteros y si el torneo terminara ahora, tendríamos que jugar una final".
Respecto al sentir de los jugadores en diferentes situaciones del juego, Ramírez puntualizó en que "todos se toman tanto las derrotas como los triunfos de distinta manera. Todos están contentos en las alegrías, pero algunos se desbordan más que otros; en la derrota pasa lo mismo, unos se bajonean más que otros y sacan lecciones", añadiendo además que "uno como entrenador ha aprendido que a todos los jugadores hay que tratarlos de forma diferente. A algunos, uno les puede hablar algo más golpeado y con otros hay que ser mucho más paternalista para poder sacarles el máximo rendimiento, y eso es lo que hay que tener en esta recta final. A cada uno de los jugadores hay que abordarlo de manera diferente para poder sacar lo mejor de cada uno de ellos".
Siempre en la misma línea, el joven director técnico porteño valoró la labor que pueden tener los jugadores de más experiencia del plantel en las venideras semanas, recalcando que "los líderes del equipo van a ser fundamentales, porque uno descansa en ellos en cuanto a la relación que los jugadores puedan tener en el camarín. Más allá de eso, todo el cuerpo técnico debe tener una tarea importante de cara a esta recta final, y no me cabe duda que los equipos que están arriba con nosotros van a hacer lo mismo. Los que estén más claritos de cabeza van a ser los que logren el objetivo".
El tema camisetas
Una de las grandes polémicas en torno al empate conseguido el día lunes ante Barnechea, fue la similitud en color que ambos elencos utilizaron en cancha. Miguel Ramírez, tras el citado duelo, confirmó que en el entretiempo ofreció utilizar la camiseta blanca, más allá de que en el informe arbitral se estipula la negativa del club por usar su segundo uniforme.
"En ningún momento me llegó la consulta sobre si nosotros podíamos cambiar la indumentaria" aseguró Ramírez al respecto, para luego plantear que "hay cosas que para mí son raras, nosotros jugamos de blanco entero cuando nos tocó visitar a Barnechea y un equipo, cuando va de visita, lleva las dos indumentarias, si el utilero no lleva la segunda camiseta es una falta grave a sus labores. La indumentaria oficial de Barnechea es con pantalón azul y jugaron con short blanco, que es el de visita, entonces no entiendo por qué no usaron la camiseta. Lo otro es que en el segundo tiempo ya no se podía hacer nada, por reglamento".