Conozca al porteño que navega en las profundidades del mar
Oriundo del cerro Santo Domingo, y con historial familiar en la Marina, Ricardo Muñoz, es uno de los tripulantes del submarino "Simpson", que recientemente cumplió 35 años bajo el mando de la Armada chilena.
Desde el cerro Santo Domingo hasta las profundidades del Océano. El extenso trayecto de un porteño de la Armada lo trajo de vuelta a su ciudad para el aniversario del submarino del cual es tripulante.
El 1 de octubre pasado se conmemoraron 35 años de existencia del submarino "Simpson" en el Molo de Abrigo con una ceremonia oficial.
La nave cuenta con una dotación de 47 marinos que lucen la piocha institucional del submarino que debe su nombre a Robert Winthrop Simpson, a quien se le considera uno de los forjadores de la Armada de Chile, llegando a ser el primer hidrógrafo chileno. Cabe destacar que este es uno de los cuatro submarinos con los que cuenta la Armada de la clase U-209 de origen alemán, construido en la ciudad Kiel en 1984. Durante la ceremonia realizada estuvieron presentes excomandantes y condestables históricos que en su tiempo abordaron el sumergible en distintas misiones alrededor de todo el mundo.
Dentro de la tripulación, hay un cabo que siente especial emoción por la ceremonia que se realizó en la costa de su ciudad natal.
Ricardo Muñoz Jara, enfermero naval, aplicó el año 2017 para entrar a la unidad submarinista, y durante este año ingresó a dicha dotación. Cuenta que el primer "llamado del mar", como lo denomina, le llegó a su abuelo, y de ahí la tradición se fue heredando.
"Mi abuelo fue infante de marina e integró las filas de la Armada, ahí se sintió el llamado del mar y mi hermano fue el primero en llegar a la Armada y obviamente después yo también postulé y elegí la especialidad de enfermero. Mi hermano también cursó en submarino y él me incentivó a ingresar a la fila de los submarinistas", indica.
Sobre sus labores debajo del nivel del mar, afirma que es duro y gratificante en partes iguales. "Este es mi primer año embarcado en el submarino, es difícil poder llegar a ser submarinista porque esa es una unidad de combate y uno debe saber todo, cómo se maneja el submarino. Hay harto estudio y dedicación, se sacrifica a la familia, pero en el fondo es un orgullo tripular esta unidad de combate", manifiesta con la voz encendida.
Su esposa es porteña también, al igual que su hija de dos años, por lo tanto estaba muy feliz de poder emerger desde las aguas en la Ciudad Puerto.
"Es para llorar, es emocionante, el cariño por ser porteño es muy grande, y la base del submarino está en Talcahuano, así que a mí con mi familia, que es de acá, también se nos hace difícil, así que estamos muy contentos de estar acá. El apoyo de la familia es primordial, ellos son los que te impulsan a seguir y dar lo mejor en esto", relata.
16 vueltas al mundo
El viaje de los 47 tripulantes es solo un fragmento del trazado que ha dibujado el "Simpson", desde que salió del astillero bávaro.
El capitán de fragata Pablo Pérez, comandante del submarino, explica que "desde que salió del astillero en Alemania, ha navegado casi 400 mil millas náuticas, eso equivale entre 16 y 18 vueltas al mundo, dependiendo de la ruta que hagas".
En la instancia destacó el encomiado trabajo que han desplegado todas las tripulaciones que han pasado en los últimos 35 años.
"Esto no es gratis, la dotación y el trabajo técnico detrás de mantenimiento, y conservación del submarino es importante", expresa.
Sobre lo venidero, advierte que el trabajo se mantendrá como siempre, replicando la misma dedicación y camaradería que se ha conservado dentro de esa cabina presurizada que ha dado 16 vueltas al mundo.
"Hace 35 años atrás el submarino llegó acá, y la verdad es muy emocionante ver a los comandantes y excondestables que me precedieron. La dotación está muy interesada y entretenida con las historias. Uno con el tiempo va repitiendo las características de la gente a bordo, es prácticamente la misma. El espíritu del submarino no ha cambiado", aseguró con orgullo.