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Al debe con el reciclaje: pocos lo hacen y falta educación al respecto

Más empresas parecen interesadas en hacer negocio con estos desechos, pero escasean los puntos limpios en el Gran Valparaíso y la gente todavía llega con envases sucios.
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Marcela Guajardo Pérez - La Estrella de Valparaíso

Según cifras del Ministerio del Medio Ambiente, cada chileno genera un poco más de un kilo al día de basura, pero solo recicla el 10%.

El cambio climático y la preocupación por el medio ambiente ha llevado a muchos a interesarse por el reciclaje. Tanto en Viña del Mar como en Valparaíso existen puntos limpios (lugares donde se gestionan los residuos con un operador a cargo) como puntos verdes (lugares donde solo se acopia, sin operador).

En Gómez Carreño, el punto limpio de la empresa nacional Triciclo recolecta cinco toneladas de material al mes, menos que el promedio del país ya que no reciben vidrio.

"Decidimos enfocarnos en lugares como supermercados o centros comerciales, porque si lo poníamos en una plaza, la gente tenía que hacer un viaje extra, pero uno siempre tiene que ir al supermercado", explica Paula Rey account manager de Triciclo.

Una iniciativa que se ha ido expandiendo, pero que no significa que los chilenos hemos aprendido más sobre el tema.

"A veces no se toma en cuenta el factor humano. Las personas que recolectan y tienen que hacer fardos para mandarlos a la planta se encuentran con los envases sucios, botellas con bebida aún o cajas de leche sin lavar que tienen olor a podrido, entonces todavía falta mucha educación repecto a eso".

Esto significa que parte de lo que la gente deja en los puntos limpios termina igual en la basura por estar en malas condiciones.

Una vez en la planta, los residuos son recogidos por las empresas que utilizan este material para hacer nuevos productos.

"Los PET 1 se reciclan para hacer envases, los otros plásticos se transforman en planchas, bandejas, maceteros y hasta contenedores para las casas que ayudan a separar los desechos en el reciclaje", explica la profesional.

Una reutilización que a veces lleva un valor agregado por el hecho de ser reciclado y no fabricado con material nuevo. "A veces es difícil competir porque son productos un poco más caro, pero hay que tener en cuenta que están aportando al bienestar humano y es un impacto que va más allá de los económico", afirma Paula.

En Valparaíso, algunas organizaciones comunitarias están instalando puntos limpios tanto en los cerros como en el plan.

Además, el municipio está entregando contenedores a 24 juntas de vecinos dentro de un plan de reciclaje comunitario con fondos del Ministerio del Medio Ambiente. Hay dos que ya están funcionando en los cerros Merced y La Cruz.

Las escuelas que recolectan PET y papel blanco reciben un ingreso económico ya que el Departamento de Medio Ambiente recoge este material y lo vende.

Otro de los proyectos a futuro es el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos que permita separar los desechos valorizables para ponerlos en venta.

Ecoladrillos

Pero no todos los plásticos se pueden reciclar y tiendo en cuenta que demoran cien años en degradarse, existe otras alternativas para reutilizar estos desechos.

El Centro Comunitario Patio Volantín lleva ocho años trabajando con ecoladrillos. Parte de la construcción de este lugar está hecha con este material, donde proyectan hacer además un anfiteatro para sus actividades.

"Nosotros somos un centro de acopio, pero responsable. Recibimos mayormente ecoladrillos domiciliarios y cuando llegan, les vamos a decir si está bueno o no. Tenemos un Laboratorio donde enseñamos a distintas organizaciones a cómo hacerlos, porque también tiene su técnica", explica Benjamín Briones, coordinador del Laboratorio de Ecoladrillos. "Hay que capacitarnos y que hay que intentar utilizar estos desechos en las mismas comunidades donde se van generando. Existen muchas técnicas constructivas que se podrían implementar y que podrían producir una industria en torno al uso de estos materiales".