
El Decano se instaló en la cima
Con goles de Adrián Cuadra y Bernardo Cerezo, el cuadro caturro derrotó a Magallanes en el estadio Nacional, resultado que le permitió apoderarse del primer lugar por diferencia de goles.
Claudio Morales Salinas - La Estrella de Valparaíso
No había sido feliz la última incursión de Santiago Wanderers al estadio Nacional ante Santiago Morning hace tres fechas, pero ayer fue distinto, y tras un segundo tiempo en que pisó el acelerador, el cuadro caturro pudo superar al débil Magallanes y con eso escalar al primer lugar del campeonato de Ascenso, superando por diferencia de goles a Deportes La Serena, que el viernes había ganado a San Luis en Quillota, trepando también a la punta.
La presión que han sentido los equipos que están peleando los primeros puestos de la B, podía transformarse en el principal obstáculo de Wanderers, tal como había ocurrido en la fecha pasada ante Barnechea.
Tratando de dejar eso al margen, el elenco porteño salió a arrinconar a Magallanes contra su campo, merced también al cauteloso planteamiento de Ariel Pereyra, el técnico de la vieja academia, que pobló la defensa y el medio, y dejó solo arriba aguantando de espaldas a Gustavo Fernández.
De esta manera, los dirigidos de Miguel Ramírez no tuvieron mayores inconvenientes para atravesar la mitad de la cancha con muchos hombres. El problema era cuando se acercaban al área y trataban de profundizar, en una zona donde había pocos espacios y muchos defensores.
Centros sin destino
La instrucción era llegar por las bandas, pero los desbordes del venezolano Canelón o los descuelgues de Matías Fernández y Bernardo Cerezo, nunca pudieron encontrar de buena manera a Gustavo Lanaro, ariete que se desgastó en un áspero duelo con el haitiano Ricardo Ade.
De hecho, la primera gran llegada la tuvo el conjunto albiceleste en una de sus escasas incursiones ofensivas, cuando el volante Marcelo Allendes ensayó una chilena que dio en el travesaño de un Mauricio Viana que casi no tuvo actividad.
La alarma en el pórtico de los capitalinos -o un aviso de lo que vendría- la puso Cerezo con un remate que azotó un vertical, recién cuando terminaba el primer tiempo, dejando así un desalentador balance de cara al entretiempo.
Llegaron los goles
Wanderers no desistió de la presión sobre la última línea de Magallanes. Lo que empujaron por el lado derecho Fernández y Juan Soto, lo aprovechó Adrián Cuadra para tomar un balón por ese costado, hacer la diagonal para limpiarse el camino y despachar un zurdazo alto que vulneró la resistencia del portero Espinoza.
Con tal golazo de su canterano, los verdes encontraron la llave en un partido donde no habían estado particularmente finos, a la vez que la caída de su valla operó como un mazazo para un rival que no aspiraba a mucho más que un empate.
Con la apertura de la cuenta, aflojaron las marcas además, y tanto Canelón como Lanaro desperdiciaron sendas chances de aumentar. Ese despilfarro hubiera sido fatal si entra el cabezo de Gustavo Fernández que dio en el travesaño de Viana.
Pero la tranquilidad para el Decano llegó gracias a la confusión que se armó en la zaga rival para despejar en un corner, siendo en definitiva Cerezo el que aprovechó esas licencias a los 71 minutos de juego para sentenciar el marcador y para volver a instalar a Wanderers en lo más alto del campeonato de la B.
Si bien no fue la mejor exhibición futbolística del elenco de Ramírez, en las huestes caturras y en el público mayoritariamente wanderino que asistió al coliseo de Ñuñoa, se celebró. Porque a estas alturas del año, lo que más importaba era ganar para ser de nuevo punteros.