Javiera Palta Olmos
Como la undécima entrega de la saga de Tom Clancy, Ghost Recon: Breakpoint continúa la línea de su antecesor Ghost Recon Widlands, apostando por un mundo abierto con acción en tercera persona y la opción de jugar en cooperativo con grupos de hasta cuatro personas.
La saga de shooters tácticos proviene de una novela de espionaje político, es por esto que todos los antecesores al juego se enfrentan en situaciones contingentes y lugares reales.
Sin embargo, Breakpoint, puesto ayer a la venta, ubica al jugador por primera vez en un lugar ficticio, una isla en el océano Pacífico llamada Aurora para una misión de reconocimiento.
Según el sociólogo y game manager de Badgeheroes, Guillermo Sepúlveda, este nuevo mapa "se adapta totalmente a los sistemas de sobrevivencia militar tipo Battle Royale, que están pegando harto en las nuevas generaciones", promoviendo la diversificación de mecánicas como el riesgo y la supervivencia ¿pero por qué?
Al poco tiempo de llegar a la isla, el batallón es atacado, quedando el jugador a su suerte. Su principal objetivo sobrevivir en líneas enemigas. Para ello puede escabullirse entre el barro para camuflarse con el entorno, así como recoger recursos del escenario para fabricar los objetos.
A diferencia de otros números de la saga, Ghost Recon Breakpoint no cuenta con compañeros con inteligencia artificial, pero eso no significa que el jugador se deba enfrentar a las líneas enemigas por sí solo, ya que cuenta con la jugabilidad cooperativa con grupos de hasta cuatro personas.
Según Sepúlveda, este cambio es bueno, ya que "retoma el contacto con otro y obliga a coordinarse para sobrevivir juntos".
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