Cecilia Rivera H.
En las últimas décadas se ha intensificado la discusión sobre el daño que las actividades humanas están generando en el planeta. El concepto de "cambio climático" se ha usado como foco de atención para crear conciencia sobre el tema. Pero, ¿sabemos de qué hablamos?
Raimundo Bordagorry, investigador del Centro de Energía y Desarrollo Sustentable de la U. Diego Portales, explica que el calentamiento global se asocia al efecto invernadero, en principio un proceso natural del planeta: "Se produce por gases que son capaces de retener parte de la radiación del Sol que rebota sobre la superficie de la Tierra. Esto mantiene la temperatura media del planeta, para que sea posible la vida".
Sin embargo, desde la Revolución Industrial la acción humana ha provocado el aumento de la concentración de los gases de efecto invernadero (GEI), "principalmente de dióxido de carbono (CO2), que en los últimos años se ha incrementado desde las 300 ppm (partes por millón) hasta más de 400 ppm" (ver gráfico). Los científicos han constatado que esto causó un aumento anormal en la temperatura de la Tierra.
¿Cuáles son esas prácticas? Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), un cuarto de las emisiones mundiales lo provocan la agricultura junto a la deforestación. Suman también la ganadería, la producción y uso de la energía, y el transporte.
Raúl Morales, especialista ambiental y decano de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile, explica que "los cambios climáticos son ajustes del planeta en función de cambios térmicos, ciclos solares u otros impactos que afectan los ecosistemas en periodos de tiempo de miles de años".
Morales precisa que "lo correcto es hablar de calentamiento global, que es el incremento de la temperatura a nivel superficial y atmosférico. Éste se produce por nuestras tecnologías del calor asociadas a procesos productivos que requieren combustión. Y los que se han venido desarrollando por más de 200 años, alcanzando niveles críticos, son los combustibles fósiles: petróleo, carbón y gas natural".
A lo anterior suma la quema de biomasa, el asentamiento de ciudades en nuevos territorios, a través de la quema de bosques, y la adaptación de territorios silvestres para agricultura y ganadería.