Juan Riquelme Díaz
El cambio en la logomarca de una de las piscinas (que deja los laureles) es una de las tantas actualizaciones a las que se está sometiendo el clásico Sheraton Miramar. El hotel 5 estrellas enfrentará dos años de renovaciones, principalmente por el cambio en los dueños de Sheraton, firma que ahora pasó a manos de Marriot, multinacional con presencia en 130 países.
Patricio Carvallo, gerente general del Sheraton Miramar, contó que las actualizaciones que se están practicando en el hotel buscan orientarlo en los tiempos actuales de este tipo de servicios, pero siempre manteniendo el sello tradicional que lo integra a Viña del Mar.
El lobby
Uno de los principales cambios, dice Carvallo, está en el lobby del hotel.
"Los nuevos formatos son para que la gente pueda compartir en el lobby, no es solamente un paso, sino que un espacio para tomar un café, para trabajar. Un espacio para reunirse con una persona o con la familia", contó Carvallo.
"La idea es que sea un espacio para que puedas instalarte con tu computador portátil, una mesita y conectores para que trabajes ahí".
La apuesta es lograr, por ejemplo, cifras como las del domingo, en donde el 70% de las personas que llegan a los almuerzos son viñamarinos que no están de huéspedes en el hotel.
"La gente siempre se asusta un poco y piensa que va a llegar al hotel y el portero le va a decir 'a dónde va usted', yo voy a tomar un café y el portero le dirá, 'acá no se puede tomar un café'. El hotel tiene una parte que es de huéspedes, pero otro como el restaurant Las Olas, el Travesía y el Farewell, que son lugares abiertos para todos los que quieran", dice Carvallo, quien recuerda, por ejemplo, que los viñamarinos tienen estacionamiento liberado cuando van a consumir a alguno de esos tres espacios.
Mesa 100% local
En la línea de los cambios, Carvallo destaca una iniciativa que realizan en el restaurant Las Olas y que une a sus chefs, con los de destacados restaurantes del Gran Valparaíso y Viñas de Casablanca.
Una vez al mes, la mesa tiene ese componente local, y permite a un grupo de comensales, disfrutar de una mixtura única de sabores entre el restaurant del hotel, y otro recinto destacado de la zona. Ya han participado por ejemplo la Viña Casa Silva, y los restaurantes Puerto Claro y Waicaina.
Con la comunidad
Pero también hay acciones con la comunidad. Uno de ellos, la limpieza que hacen los empleados de la playa Caleta Abarca, vecina del Sheraton.
Pero en verano habrá sorpresas. La apuesta es, instalar un área de servicios de líquidos y frutas para quienes hagan deporte por el borde costero, y pasen por los pies del Sheraton Miranar.