El mítico DPA se engalana para su centenario
El Deportivo Playa Ancha celebrará mañana sus cien años de vida, los que se han visto marcados por el talento deportivo y la eterna entrega de sus socios, quienes mantienen vivo el patrimonio deportivo porteño.
Cien años de vida, trayectoria y pasión celebra mañana el Club Deportivo Playa Ancha (DPA), entidad que, según diversos actores, escribe su historia gracias al compromiso de quienes visten la camiseta verde con blanco.
Un lejano 15 de octubre de 1919, comenzaría en el cerro Playa Ancha una hazaña particular e impensada. Dieciséis jóvenes, con solo un balón en sus manos, crearon lo que sería uno de los equipos amateurs más grandes de Valparaíso. "Era un terreno baldío, un cerro que la municipalidad de Valparaíso lo extendió por comodato en 90 años. Se fue construyendo con el pulso de los socios, la piscina era un estanque del agua, luego se construyeron las canchas de basquetbol, todo en ladera. Así avanzó, hasta que se pudo lograr un club solvente en los años sesenta, donde estuvo prácticamente su mayor logro en cuanto a cantidad de socios y participación de la gente", dice el actual presidente del DPA, Martín López del Fierro.
Desde entonces, el pulso de sus miembros fue el motor que permitió avanzar. "A través de los años, uno se ha dado cuenta lo difícil que fue construir un club con distintas dependencias. Se convirtió en un centro deportivo, social y patrimonial. Las personas que llegaron a hacer deporte sabían que era una institución de prestigio. Era un orgullo vestir la camiseta del DPA, con eso también tenían la oportunidad de una relación con personas de distintos niveles", afirma Patricio Leal, que a propósito de este centenario, escribió el libro "100 años DPA, un siglo al servicio del deporte de Playa Ancha y Valparaíso".
Una cuna deportiva
A lo largo de los años, el club playanchino fue la plaza de destacados deportistas que en su niñez, llegaron a pasar un buen rato y descubrieron, sin querer, su destino. Aquel estanque que inició todo, se convertiría luego en la cuna de estrellas de waterpolo y natación. "Los socios que fundaron el club se encontraron con una ladera de cerro donde había un estanque de agua y nada más. De la historia, se desprende que se metían al estanque, supongo que nadaban y alguien dijo 'oye ese estanque lo podemos transformar en piscina' y los tipos lo hicieron. Lograron que el lugar fuera un comodato de la municipalidad, le dieron forma rectangular y lo armaron", relata Leal.
Fue ahí donde a los diez años, Carlos 'Toto' Niemman, por ejemplo, lució sus dotes como waterpolista. Así, saltó desde Playa Ancha a la Selección Chilena en cinco campeonatos sudamericanos, además representó a nuestro país en los Juegos Olímpicos de Londres en 1948.
En cuanto a las leyendas, la lista es larga. La más grande nadadora del DPA ganó tal adjetivo por sus hazañas. Se trata de Nora Johnson quien se vistió de campeona nacional y recordwoman sudamericana en estilo pecho y espalda en 1935. En los nombres de los destacados de waterpolo y natación, se suman Arturo Törnvall y Hugo Henríquez Molina.
El infaltable fútbol
Pero no solo de la piscina vinieron los éxitos. Hay publicaciones que apuntan que el DPA tuvo once ramas deportivas, donde figuró el excursionismo junto a otras disciplinas que hoy se extinguieron. Pero si de infaltables se trata, el fútbol escribió un capítulo importante.
Cuenta la leyenda que el deporte rey llegó a las costas porteñas con sus primeros representantes desde Inglaterra y por ello, hoy el Decano del fútbol chileno brilla en Valparaíso. A metros de la cancha de Santiago Wanderers, los playanchinos no se quedaron atrás.
Conrado Welch figura como el máximo nombre futbolero de la historia del Deportivo. Nacido en 1908 vistió la verde y blanco en las divisiones infantiles hasta llegar al equipo de honor. Su talento lo llevó a migrar a Santiago y a los 21 años militó en Unión Española y luego, en Audax Italiano. Su habilidad, lo llevó a Colo Colo donde fue parte de la hazaña de salir campeón invicto en 1937. Así mismo, vistió la roja de la Selección.
De ahí en más, varios amantes del fútbol se enamoraron en aquella cancha, uno de ellos fue el actual arquero de Huachipato y excaturro, Gabriel Castellón. "Fue bonito porque ahí uno empezó a disfrutar el fútbol. Recuerdo haber estado en los campeonatos jugando todo el día, eran buenísimos" relata el golero, quien agrega que, en las instalaciones del club playanchino, mantienen una de sus tarjetas de identificación.
La fórmula del club
Los tiempos cambian, el deporte también, pero el cuadro playanchino se niega a morir. En su centenario, las conclusiones son varias. "No ha desaparecido porque la gente, cuando asume el rol directivo, tiene tanta pasión, que si hay un problema económico, no tienen ningún problema en meterse la mano al bolsillo aunque les duela. Muchas veces incluso descuidan sus trabajos, que es malo decirlo, porque están pensando en el club, en solucionar los problemas. Es una tarea ardua, pero creo que la pasión de este grupo de personas es la que logra que el club se mantenga", dice Patricio Leal.
De igual manera, Castellón reafirmó la labor del capital humano, afirmando que "creo que hay mucha gente que trata de hacer bien las cosas para que lo clubes se mantengan vigentes".
El anhelo
En sus cien años, los desafíos del Deportivo Playa Ancha van de la mano con el crecimiento en infraestructura. "Siempre hemos tenido sueños en cuanto a infraestructura. Nuestro mayor anhelo es techar la cancha de básquetbol y a su vez, remodelar la piscina. En estos momentos son planes demasiado elevados en cuanto a costo y eso se está viendo a nivel de gobierno regional, municipio e IND. Todo está todavía en proyecto, para nosotros como club es imposible poder solventar un financiamiento de ese tipo", concluye el dirigente del cuadro playanchino.